lunes, 10 de octubre de 2011
domingo, 9 de octubre de 2011
jueves, 5 de mayo de 2011
Problemas y lesiones causados por los deportes
El ejercicio es bueno para usted, pero algunas veces puede lastimarse cuando practica deportes o se ejercita. Los accidentes, la falta de práctica del ejercicio o el uso de ropa y equipo inadecuados pueden ser algunas de las causas. Algunas personas se lastiman porque no están en forma. La falta de calentamiento o estirar los músculos también puede causar lesiones.
Las lesiones deportivas más comunes son:
Las lesiones deportivas más comunes son:
- Torceduras y distensiones
- Lesiones de rodilla
- Inflamación muscular
- Traumatismos en el tendón de Aquiles
- Dolor en el hueso de la tibia
- Fracturas
- Dislocaciones
NIH: Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel
Tener menos estrés y dormir mejor podría ayudar a perder peso
MARTES, 29 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Si desea perder ese peso de más, probablemente deba añadir reducir el estrés y dormir lo suficiente a la lista, aseguran investigadores del Centro de Investigación sobre Salud de Kaiser Permanente, en Portland.
De hecho, aunque la dieta y el ejercicio son la receta usual para bajar de peso, mucho estrés y poco sueño (o demasiado) pueden impedir la pérdida de peso incluso cuando la gente está a dieta, informan los investigadores.
"Hallamos que las personas que dormían más de seis horas pero menos de ocho, y que reportaban los niveles más bajos de estrés, eran las más exitosas en un programa para perder peso", señaló el autor del estudio, el Dr. Charles Elder.
Elder especula que si se duerme menos o más de lo recomendado, y si los niveles de estrés son altos, una persona no se podrá enfocar en llevar a cabo cambios conductuales.
Añadió que esos factores podrían también tener un impacto biológico.
"Si desea perder peso, entre las cosas que le ayudarán están reducir el estrés y dormir lo suficiente", sentenció Elder.
El informe, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., aparece en la edición en línea del 29 de marzo de la revista International Journal of Obesity.
En este ensayo de dos pasos, primero se aconsejó a 472 adultos obesos sobre cambios en el estilo de vida durante un periodo de 26 semanas. Las recomendaciones incluían eliminar 500 calorías por día, comer una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales siguiendo la dieta Métodos dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por su sigla en inglés), y hacer ejercicio durante al menos tres horas por semana.
Además, los investigadores hicieron a los participantes preguntas sobre el tiempo de sueño, la depresión, el insomnio, el tiempo que pasaban frente a pantallas y el estrés.
Durante esta parte del ensayo, los participantes perdieron un promedio de alrededor de seis kilos (catorce libras). El 60 por ciento de los participantes que perdieron al menos 4.5 kilos (diez libras) siguieron a la próxima etapa del ensayo. Los de la segunda etapa del ensayo continuaron su programa de dieta y ejercicio.
El equipo de Elder encontró que la cantidad adecuada de sueño y la reducción del estrés al inicio del ensayo predecían una pérdida de peso exitosa. Un menor estrés por sí solo predijo más pérdida de peso durante la primera fase del ensayo, agregaron.
Los declives en el estrés y la depresión también fueron importantes en la continuación de la pérdida de peso durante ambas fases del ensayo, al igual que los minutos de ejercicio y llevar diarios de la comida, encontró el grupo de Elder.
El Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, dijo que "aunque con frecuencia tendemos a observar una afección de salud a la vez, en realidad la mejor forma de considerar la salud es la integral".
"Las personas que están saludables y son vitales tienden a estar saludables y a ser vitales no debido a un factor en particular, sino a muchos. Y los factores que fomentan la salud, como comer bien, ser activo, no fumar, dormir lo suficiente, controlar el estrés, por mencionar unos cuantos, fomentan todos los aspectos de la salud", añadió.
El estudio muestra que las personas son más propensas a perder peso cuando la falta de sueño, el estrés o la depresión no se lo impiden, aseguró.
"Cualquiera que haya intentado perder peso probablemente hubiera podido decir lo mismo a partir de la experiencia personal. De forma similar, la pérdida de peso redujo el estrés y la depresión. Esto también es sugerido por el sentido y la experiencia común, según afirma la ciencia sobre la que aquí se informa", señaló Katz.
La moraleja es que la pérdida de peso no debe ser considerada desde un ángulo estrecho, enfatizó Katz.
"Mejorar el sueño podría ser tan importante en los esfuerzos duraderos por controlar el peso como modificar la dieta o el ejercicio. Gestionar el estrés es sobre la salud física, además de la mental. Este estudio fomenta la pérdida de peso en un contexto más integral", apuntó.
Otro estudio presentado a principios de mes en las sesiones científicas de la American Heart Association llevadas a cabo en Atlanta encontró que las personas de peso normal comen más cuando duermen menos.
Investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que los adultos privados de sueño comían unas trescientas calorías más por día en promedio que los que dormían lo suficiente. Y las calorías adicionales provenían sobre todo de grasa saturada, lo que puede poner a las cinturas en aprietos.
Los investigadores llegaron a sus conclusiones, que deben ser consideradas como preliminares hasta que se publiquen en una revista reseñada por profesionales, tras dar seguimiento a trece hombres y trece mujeres de peso normal. Observaron los hábitos alimentarios de los participantes mientras pasaban seis días durmiendo cuatro horas por noche, y luego seis días durmiendo nueve horas por noche (o viceversa).
"Si se sostienen, las opciones dietéticas realizadas por personas que duermen poco podría predisponerlas a la obesidad y a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", escribieron los investigadores en un comunicado de prensa de la American Heart Association.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Charles Elder, M.D., M.P.H., Center for Health Research, Kaiser Permanente, Portland, Ore.; David L. Katz, M.D., M.P.H., director, Prevention Research Center, Yale University School of Medicine, New Haven, Conn.; March 29, 2011, International Journal of Obesity, online"Hallamos que las personas que dormían más de seis horas pero menos de ocho, y que reportaban los niveles más bajos de estrés, eran las más exitosas en un programa para perder peso", señaló el autor del estudio, el Dr. Charles Elder.
Elder especula que si se duerme menos o más de lo recomendado, y si los niveles de estrés son altos, una persona no se podrá enfocar en llevar a cabo cambios conductuales.
Añadió que esos factores podrían también tener un impacto biológico.
"Si desea perder peso, entre las cosas que le ayudarán están reducir el estrés y dormir lo suficiente", sentenció Elder.
El informe, financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., aparece en la edición en línea del 29 de marzo de la revista International Journal of Obesity.
En este ensayo de dos pasos, primero se aconsejó a 472 adultos obesos sobre cambios en el estilo de vida durante un periodo de 26 semanas. Las recomendaciones incluían eliminar 500 calorías por día, comer una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales siguiendo la dieta Métodos dietéticos para detener la hipertensión (DASH, por su sigla en inglés), y hacer ejercicio durante al menos tres horas por semana.
Además, los investigadores hicieron a los participantes preguntas sobre el tiempo de sueño, la depresión, el insomnio, el tiempo que pasaban frente a pantallas y el estrés.
Durante esta parte del ensayo, los participantes perdieron un promedio de alrededor de seis kilos (catorce libras). El 60 por ciento de los participantes que perdieron al menos 4.5 kilos (diez libras) siguieron a la próxima etapa del ensayo. Los de la segunda etapa del ensayo continuaron su programa de dieta y ejercicio.
El equipo de Elder encontró que la cantidad adecuada de sueño y la reducción del estrés al inicio del ensayo predecían una pérdida de peso exitosa. Un menor estrés por sí solo predijo más pérdida de peso durante la primera fase del ensayo, agregaron.
Los declives en el estrés y la depresión también fueron importantes en la continuación de la pérdida de peso durante ambas fases del ensayo, al igual que los minutos de ejercicio y llevar diarios de la comida, encontró el grupo de Elder.
El Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale, dijo que "aunque con frecuencia tendemos a observar una afección de salud a la vez, en realidad la mejor forma de considerar la salud es la integral".
"Las personas que están saludables y son vitales tienden a estar saludables y a ser vitales no debido a un factor en particular, sino a muchos. Y los factores que fomentan la salud, como comer bien, ser activo, no fumar, dormir lo suficiente, controlar el estrés, por mencionar unos cuantos, fomentan todos los aspectos de la salud", añadió.
El estudio muestra que las personas son más propensas a perder peso cuando la falta de sueño, el estrés o la depresión no se lo impiden, aseguró.
"Cualquiera que haya intentado perder peso probablemente hubiera podido decir lo mismo a partir de la experiencia personal. De forma similar, la pérdida de peso redujo el estrés y la depresión. Esto también es sugerido por el sentido y la experiencia común, según afirma la ciencia sobre la que aquí se informa", señaló Katz.
La moraleja es que la pérdida de peso no debe ser considerada desde un ángulo estrecho, enfatizó Katz.
"Mejorar el sueño podría ser tan importante en los esfuerzos duraderos por controlar el peso como modificar la dieta o el ejercicio. Gestionar el estrés es sobre la salud física, además de la mental. Este estudio fomenta la pérdida de peso en un contexto más integral", apuntó.
Otro estudio presentado a principios de mes en las sesiones científicas de la American Heart Association llevadas a cabo en Atlanta encontró que las personas de peso normal comen más cuando duermen menos.
Investigadores de la Universidad de Columbia descubrieron que los adultos privados de sueño comían unas trescientas calorías más por día en promedio que los que dormían lo suficiente. Y las calorías adicionales provenían sobre todo de grasa saturada, lo que puede poner a las cinturas en aprietos.
Los investigadores llegaron a sus conclusiones, que deben ser consideradas como preliminares hasta que se publiquen en una revista reseñada por profesionales, tras dar seguimiento a trece hombres y trece mujeres de peso normal. Observaron los hábitos alimentarios de los participantes mientras pasaban seis días durmiendo cuatro horas por noche, y luego seis días durmiendo nueve horas por noche (o viceversa).
"Si se sostienen, las opciones dietéticas realizadas por personas que duermen poco podría predisponerlas a la obesidad y a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular", escribieron los investigadores en un comunicado de prensa de la American Heart Association.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
Plan para combatir obesidad en EEUU se enfoca en el mundo real
CHICAGO (Reuters) - Funcionarios de salud estadounidenses anunciaron el jueves un nuevo esfuerzo para combatir la epidemia de obesidad en el país moviendo la ciencia desde el laboratorio hacia pruebas clínicas para encontrar formas prácticas para su prevención y tratamiento.
Más de un tercio de los adultos y casi el 17 por ciento de los niños en Estados Unidos son obesos, lo que aumenta sus posibilidades de desarrollar problemas como la diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca, presión alta y algunos tipos de cáncer.
Los institutos gastaron 971 millones de dólares en el año fiscal 2010 en investigación de la obesidad, con 147 millones de ese monto en fondos de estímulo.
Bajo el plan, los NIH financiarán estudios para probar formas nuevas de alcanzar y mantener un peso saludable en el mundo real y con poblaciones diversas.
También se enfocará en entender los procesos biológicos que regulan el peso y los factores que contribuyen a la obesidad y que la provocan.
Las enfermedades vinculadas con la obesidad representan casi el 10 por ciento del gasto médico en Estados Unidos o un estimado de 147.000 millones de dólares por año.
Estudios han demostrado que los niños obesos son más propensos a permanecer obesos de adultos y que desarrollan condiciones crónicas en edades más tempranas, representando una carga para sistema de salud.
El año pasado, una fuerza de trabajo de la Casa Blanca sobre obesidad infantil delineó una serie de pasos para que las agencias federales sigan y la primera dama Michelle Obama lanzó una iniciativa denominada "Let's Move" (A Moverse) que busca resolver el tema en el lapso de una generación.
Reuters Health
Según un estudio, las comidas familiares hacen que los niños se mantengan más delgados y sanos
Investigadores afirman que comer juntos también reduce las probabilidades de trastornos alimenticios
- LUNES, 2 de mayo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio halla que comer con la familia ayuda a que los niños se mantengan más delgados y sanos.
Los padres pueden "realmente entender e identificarse con" los hallazgos, publicados en la edición del 2 de mayo de Pediatrics, señaló la autora principal del estudio Amber Hammons, investigadora asociada posdoctoral de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
"Queríamos estudiar la contribución de la familia en los resultados positivos relacionados con la nutrición", agregó Hammons. "Es importante que los padres sepan lo que pueden hacer, sobre todo con la obesidad y los hábitos alimenticios, y el papel que pueden desempeñar".
Mediante una búsqueda por Internet en 2009, los investigadores del Family Resiliency Center (Centro de recursos para la familia) de la universidad encontraron estudios importantes en los que participaron cerca de 183,000 niños y adolescentes de entre 3 y 17 años. Analizaron los hábitos alimenticios y el peso de los jóvenes y si habían hecho algo perjudicial para controlarlo
Los que comían tres o más veces a la semana con sus familias eran 12 por ciento menos propensos a tener sobrepeso que los que comían pocas veces o ninguna vez con sus familias, y 20 por ciento menos propensos a comer dulces, alimentos fritos, gaseosas y otros alimentos no saludables.
Comer juntos cinco o más veces redujo la probabilidad de una mala nutrición en 25 por ciento, según reveló un análisis de ocho de los estudios.
Los niños que comían con sus familias también eran 35 por ciento menos propensos a tener un "trastorno alimentario" para bajar de peso, tales como atracones, purgas, tomar pastillas para adelgazar o laxantes, vómitos, saltarse las comidas o fumar.
Se consideraba que los participantes tenían sobrepeso si su índice de masa corporal (IMC) era igual o superior al percentil 85, lo que significa que eran más gordos que el 85 por ciento de los niños de su edad.
Comer dos o más frutas y verduras todos los días, y saltarse las gaseosas, los dulces y los alimentos fritos se incluyeron como medida de nutrición saludable.
Aunque el estudio sugiere que comer junto con la familia confiere un beneficio "protector" a los niños, las razones no están claras. Algunas posibilidades incluyen el valor de ejemplos adultos a seguir y la intervención de los adultos antes de que las malas conductas se conviertan en malos hábitos, apuntó el estudio.
Otra investigación encontró que las comidas preparadas en casa eran más nutritivas, incluían más frutas y verduras frescas y menos grasa, azúcar y gaseosa.
"Sabemos que las comidas que se preparan en el hogar suelen ser menos calóricas", señaló Hammons. Sin embargo, otros factores como la comunicación durante la comida podrían también contribuir a la influencia positiva de las comidas familiares sobre la salud, agregó.
"La dirección futura de la investigación no analizará la cantidad de los comidas sino lo que hace que la hora de la comida sea tan importante", señaló.
Otra experta, Connie Diekman, directora de nutrición universitaria en la Universidad de Washington en San Luis, señaló que el estudio realiza "una buena descripción de lo que muestra la investigación en términos de la importancia de las comidas en familia" sobre la salud infantil. Sin embargo, advirtió acerca de sus inconvenientes.
"Algunos de los estudios tienen limitaciones, incluida una cierta variabilidad en la recopilación de los resultados nutricionales, la diversidad de origen étnico y sexo, y la forma en que los estudios clasificaron el peso", apuntó Diekman.
Pero incluso con estos obstáculos, el estudio ofrece "fuertes indicios de que las comidas familiares ayudan a aumentar la ingesta de nutrientes, controlar el peso corporal, y prevenir potencialmente los patrones de los trastornos alimenticios", apuntó Diekman.
Los niños podrían imitar a los padres, según otra investigación. Una encuesta realizada por la Asociación Estadounidense de Profesionales en Nutrición (American Dietetic Association Foundation, ADA) encontró que los niños identificaron a sus padres como sus ejemplos a seguir número uno y afirmaron que si sus padres comían alimentos más saludables, ellos también lo hacían, señaló Diekman.
Los autores del presente estudio señalan que los médicos deberían hacer énfasis en el valor de las comidas familiares para los pacientes que tienen trastornos alimenticios u obesidad.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Por qué es tan importante la actividad física?

Una de las grandes ventajas de la actividad física es que hay tantas maneras de ser activo. Por ejemplo, usted puede hacer un poco de actividad física durante varios momentos del día, o puede programar horas específicas durante días específicos para hacer ejercicio. Muchas de las actividades físicas, tales como caminar rápido, rastrillar las hojas en el jardín o usar las escaleras siempre que pueda, son gratuitas o de bajo costo y no requieren equipo especial. También puede obtener prestado un video de ejercicio en una biblioteca o usar el centro de acondicionamiento físico en un centro para adultos mayores de su localidad.
Esta guía le enseña muchos tipos de ejercicios y actividades físicas. Además, contiene muchos consejos para ayudarle a mantenerse activo de maneras que coincidan con su estilo de vida, sus intereses, su salud y su presupuesto, ya sea que apenas está empezando a hacer ejercicios y actividades físicas, que está volviendo a empezar después de un tiempo sin hacerlo, o que está en tan buena condición física que puede participar en una carrera de 3 millas. La guía es para todos: para personas que están saludables y para aquellas que viven su vida diaria con un continuo problema de salud o discapacidad.
Ejercicio para personas mayores
Existe una fuente de la juventud. Millones de personas ya la descubrieron - el secreto para sentirse mejor y vivir más tiempo. Se llama actividad física. Encontrar un programa que funcione para usted y seguirlo puede rendirle enormes dividendos. El ejercicio habitual puede prevenir o demorar la aparición de diabetes y problemas cardíacos. También puede reducir el dolor de la artritis, la ansiedad y la depresión. Puede ayudar a que las personas mayores sean independientes.
Existen cuatro tipos principales de ejercicios y las personas mayores necesitan un poco de cada uno:
Existen cuatro tipos principales de ejercicios y las personas mayores necesitan un poco de cada uno:
- Actividades de resistencia - como caminar, nadar o andar en bicicleta - que desarrollan resistencia y mejoran la salud del corazón y el sistema circulatorio
- Ejercicios de fortalecimiento, que desarrollan tejido muscular y reducen la pérdida muscular relacionada con la edad
- Ejercicios para estirar los músculos, para mantener el cuerpo ágil y flexible
- Ejercicios de equilibrio para reducir las posibilidades de sufrir una caída
NIH: Instituto Nacional sobre el Envejecimiento
Ejercicio y actividad física: En forma de por vida
“Después de caminar en una de las máquinas en el centro comunitario local, me di cuenta de que estaría más contenta caminando al aire libre.De manera que conseguí un cuenta pasos (step counter) y comencé a caminar en mi vecindario. Desde entonces, he visto florecer tulipanes amarillos en la primavera y caer hojas de los árboles en el otoño.Siempre vuelvo a casa con más energía y entusiasmo para continuar el resto del día”.Ana (77 años)“Tanto mi esposa como yo tenemos problemas del corazón. Hace unos dos años nos inscribimos en un gimnasio local, en donde hacemos ejercicios de resistencia y fortalecimiento.Los días que no vamos al gimnasio, caminamos cerca de la casa. Esto ha sido para nosotros una salvación”.Juan (78 años)
Estos adultos mayores son prueba viviente de que el ejercicio y la actividad física son beneficiosos para usted, independientemente de la edad que se tenga. De hecho, el mantenerse activo le puede ayudar a:
- Conservar y mantener la fuerza para poder seguir siendo independiente.
- Tener más energía para hacer las cosas que desea hacer.
- Mejorar el equilibrio.
- Prevenir o detener algunas enfermedades como enfermedad cardiaca, diabetes y cáncer.
- Mejorar su estado de ánimo y disminuir el estado de depresión.
Cuatro maneras de estar activo
Para obtener el mayor provecho de la actividad física, trate de hacer los siguientes cuatro tipos de ejercicios: 1) resistencia, 2) fortalecimiento, 3) equilibrio y 4) estiramiento o elasticidad.- Durante toda la semana o al menos durante varios días de ésta, asegúrese de realizar por lo menos 30 minutos de una actividad que le ayude a acelerar la respiración. Esto se conoce como actividad de resistencia porque fortalece su energía o “control”. No es necesario mantenerse activo por 30 minutos seguidos; 10 minutos de cada actividad está bien. Solamente asegúrese de que sea un total de 30 minutos diarios.
¿Qué tanto se tiene que esforzar? Si durante el ejercicio puede hablar sin ningún problema, eso quiere decir que no se está esforzando lo suficiente. Pero si por el contrario, no puede decir nada, eso es señal de que ya se está esforzando demasiado. - Continúe utilizando los músculos. Los ejercicios de fortalecimiento desarrollan músculos. Cuando se tienen músculos fuertes, podrá levantarse solo de la silla, alzar a sus nietos y caminar por el parque.
El mantener los músculos en forma, ayuda a prevenir caídas que ocasionan problemas como una rotura o quebradura de cadera. Cuando los músculos de las piernas y de las caderas están fuertes, hay menos probabilidades de que ocurra una caída. . - Realice ejercicios que le ayuden con el equilibrio. Intente pararse en un pie y luego en el otro. Si es posible, no se agarre de nada. Levántese de la silla sin apoyarse en las manos ni los brazos. De vez en cuando camine en línea recta con un pie adelante del otro, con los dedos del pie que va atrás tocando el talón del pie que va adelante.
- Estiramiento o elasticidad. Los ejercicios de estiramiento le pueden ayudar a ser más flexible. El moverse con más fácilidad le facilitará hacer cosas como el agacharse para amarrarse los zapatos o mirar por encima del hombro cuando está retrocediendo su auto. Haga los ejercicios de estiramiento cuando haya calentado los músculos, no se estire hasta el punto de sentir dolor.
¿Quienes deben hacer ejercicio?
La mayoría de las personas, independientemente de la edad, pueden desempeñar algún tipo de actividad física. Incluso, si usted tiene alguna enfermedad crónica, como una enfermedad cardiaca o diabetes, aún debe hacer ejercicio. La actividad física podría más bien ayudarle. Para casi todos los adultos mayores, el caminar con paso rápido, montar bicicleta, nadar, levantar pesas y trabajar en el jardín son actividades sin riesgo, especialmente si las comienzan a realizar lentamente. Sin embargo, si usted tiene más de 50 años y no está acostumbrado al ejercicio activo, es recomendable que consulte antes con su médico. Usted también deberá hablar con un médico si presenta o padece de lo siguiente:- Una enfermedad crónica, como diabetes o enfermedades del corazón.
- Cualquier síntoma nuevo que no haya consultado con el médico.
- Mareo o falta de aire.
- Dolor en el pecho o la sensación de que el corazón le está saltando, va muy rápido o está muy agitado.
- Coágulos de sangre.
- Una infección o fiebre.
- Pérdida de peso involuntario.
- Llagas en el pie o en el tobillo que no sanan.
- Inflamación de las coyunturas.
- Hemorragia o desprendimiento de la retina, cirugía de los ojos o tratamiento láser.
- Una hernia.
- Cirugía de la cadera.
Consejos preventivos
A continuación se encuentran algunas recomendaciones para asegurarse de que está haciendo ejercicio de la manera adecuada:- Comience de forma pausada, especialmente si no ha estado activo por mucho tiempo; aumentando poco a poco las actividades y cuánto se esfuerza al hacerlas.
- No aguante la respiración durante los ejercicios de fortalecimiento. Esto podría ocasionar cambios en la presión arterial. Al principio le puede parecer incómodo, pero lo correcto es inhalar mientras levanta algo y exhalar a medida que se relaja.
- Use equipo preventivo. Por ejemplo, use un casco para montar bicicleta o zapatos adecuados para caminar o trotar.
- A menos que su médico se lo haya limitado, asegúrese de tomar suficiente líquidos cuando esté haciendo ejercicio. Muchos adultos mayores no sienten sed, incluso si el organismo necesita de los líquidos.
- Inclínese siempre hacia delante desde la cadera y no con la cintura. Evite doblar la espalda; si su espalda se mantiene recta, es porque probablemente se está inclinando de la manera correcta.
- Caliente los músculos antes de hacer ejercicios de estiramiento. Trate primero de caminar y hacer ejercicio con pesas livianas en las manos.
Según un informe, caminar a paso vivo puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro
Un pequeño estudio encontró que las mujeres mayores se beneficiaban con 30 a 50 minutos de actividad aeróbica tres a cuatro veces por semana
Robert Preidt
MARTES, 12 de abril (HealthDay News/HolaDoctor) -- El ejercicio aeróbico moderado ayuda a mejorar el flujo sanguíneo al cerebro en las mujeres mayores, según revela una investigación reciente.
En el pequeño estudio participaron 16 mujeres de 60 años o más que caminaban a paso vivo de 30 a 50 minutos tres a cuatro veces por semana durante tres meses. Para el final de ese periodo, la cantidad de flujo sanguíneo al cerebro había aumentado en hasta quince por ciento.Los investigadores también encontraron que el VO2 max, la capacidad máxima del organismo de transportar y usar oxígeno durante el ejercicio, aumentó en alrededor de trece por ciento, la presión arterial se redujo en promedio cuatro por ciento y los ritmos cardiacos se redujeron en alrededor de cinco por ciento.
Los hallazgos ofrecen conocimientos sobre cómo la salud vascular afecta a la salud cerebral, explicó en un comunicado de prensa de la Sociedad Estadounidense de Fisiología el investigador líder Rong Zhang, del Instituto de Medicina del Ejercicio y Ambiental del Hospital Presbiteriano de Salud de Texas en Dallas.
Zhang y los demás investigadores usaron ultrasonografía Doppler para mapear el flujo sanguíneo de las arterias carótidas de las mujeres, que están localizadas en el cuello y suplen al cerebro con sangre indispensable rica en glucosa y oxígeno. La sangre también elimina los desechos metabólicos del cerebro, como la proteína beta amiloidea (implicada en la enfermedad de Alzheimer) que se han liberado en los vasos sanguíneos del cerebro.
El estudio será presentado esta semana en la reunión anual de Biología Experimental en Washington, D.C., como parte del programa científico de la Sociedad Estadounidense de Fisiología.
"Muchos estudios sugieren que el ejercicio mejora la función cerebral en los adultos mayores, pero no sabemos exactamente el motivo de que el cerebro mejore. Nuestro estudio indica que tal vez se relacione con una mejora en el flujo de sangre al cerebro", apuntó Zhang en el comunicado de prensa.
No se sabe si aumentar el flujo sanguíneo al cerebro puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, pero "hay evidencia creciente que sugiere que el riesgo cardiovascular se relaciona con el riesgo de enfermedad de Alzheimer", señaló Zhang.
Dado que este estudio fue presentado en una reunión médica, los hallazgos deben considerarse como preliminares hasta que aparezcan en una revista reseñada por pares.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Para los adultos mayores, bienestar físico es libertad: expertos
Por Dorene Internicola
NUEVA YORK (Reuters) - Los expertos señalan que en los mayores de 65 a años, mantenerse activo y en forma puede hacer la diferencia entre la independencia y la fragilidad.
"Se trata de moverse", dijo Neal Pire, fisiólogo y portavoz del Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte.
No hay motivos fisiológicos por los cuales perdemos masa muscular, fuerza y movilidad a medida que envejecemos, excepto que tendemos a movernos menos, dijo Pire.
La buena noticia es que "nunca es tarde para poner el cuerpo en movimiento".
"Las personas de ochenta y de noventa años demostraron capacidad de ganar masa corporal magra, así como también de mejorar la fuerza y el equilibrio haciendo ejercicio", explicó el autor. "El truco es comenzar razonablemente y progresar lentamente", añadió.
Al focalizarse en la función, el equilibrio y la movilidad, Pire dijo que actividades populares como el yoga, el tai chi y pilates pueden fortalecer la capacidad del cuerpo en envejecimiento de realizar tareas de la vida cotidiana.
El programa de ejercicio Silver Sneakers brinda yoga, pilates, clases acuáticas y circuitos cardíacos para estadounidenses mayores en 10.000 centros de 50 estados.
Las actividades para ejercitar el cerebro también están entre las opciones para los participantes de Silver Sneakers, cuya edad promedio es 72 años.
"Cuanto más tiempo uno puede ser independiente, más exitosamente envejecerá", dijo Stephanie Wong, portavoz de Silver Sneakers. "La actividad física promueve la salud cerebral. Estudios recientes respaldan eso", agregó.
Wong señaló que la industria del "fitness" en general aun no está satisfaciendo las necesidades de las personas mayores.
"Hay mucho foco en controlar los crecientes costos de la atención médica. Desde hace mucho estamos hablando de un enfoque preventivo. La actividad física es fundamental", dijo la portavoz del programa.
Las personas mayores pueden ganar masa muscular, mejorar la salud cardiovascular y perder peso aun bien entrados los 80 y los 90 años, simplemente aumentando sus actividades cotidianas, dijo el doctor Walter Thompson, profesor de kinesiología de la Georgia State University.
"Se trata de moverse", dijo Neal Pire, fisiólogo y portavoz del Colegio Estadounidense de Medicina del Deporte.
No hay motivos fisiológicos por los cuales perdemos masa muscular, fuerza y movilidad a medida que envejecemos, excepto que tendemos a movernos menos, dijo Pire.
La buena noticia es que "nunca es tarde para poner el cuerpo en movimiento".
"Las personas de ochenta y de noventa años demostraron capacidad de ganar masa corporal magra, así como también de mejorar la fuerza y el equilibrio haciendo ejercicio", explicó el autor. "El truco es comenzar razonablemente y progresar lentamente", añadió.
Al focalizarse en la función, el equilibrio y la movilidad, Pire dijo que actividades populares como el yoga, el tai chi y pilates pueden fortalecer la capacidad del cuerpo en envejecimiento de realizar tareas de la vida cotidiana.
El programa de ejercicio Silver Sneakers brinda yoga, pilates, clases acuáticas y circuitos cardíacos para estadounidenses mayores en 10.000 centros de 50 estados.
Las actividades para ejercitar el cerebro también están entre las opciones para los participantes de Silver Sneakers, cuya edad promedio es 72 años.
"Cuanto más tiempo uno puede ser independiente, más exitosamente envejecerá", dijo Stephanie Wong, portavoz de Silver Sneakers. "La actividad física promueve la salud cerebral. Estudios recientes respaldan eso", agregó.
Wong señaló que la industria del "fitness" en general aun no está satisfaciendo las necesidades de las personas mayores.
"Hay mucho foco en controlar los crecientes costos de la atención médica. Desde hace mucho estamos hablando de un enfoque preventivo. La actividad física es fundamental", dijo la portavoz del programa.
Las personas mayores pueden ganar masa muscular, mejorar la salud cardiovascular y perder peso aun bien entrados los 80 y los 90 años, simplemente aumentando sus actividades cotidianas, dijo el doctor Walter Thompson, profesor de kinesiología de la Georgia State University.
Reuters Health
jueves, 24 de marzo de 2011
Las bebidas azucaradas podrían poner a los adolescentes en riesgo de enfermedad cardiaca
Un estudio halla que los que consumían la mayor cantidad tenían más señales de problemas cardiovasculares por resolver
Los investigadores informaron que, entre los 2,157 adolescentes que participaron en la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey, NHANES), la cantidad promedio de azúcar añadido que consumieron en un día fue de 119 gramos (476 calorías), el 21.4 por ciento de todas las calorías que consumían a diario.
"Necesitamos ser conscientes del consumo de azúcar", según la autora principal e investigadora posdoctoral Jean Welsh.
"Este es un contribuyente importante de las calorías de nuestra dieta y estas asociaciones podrían ser muy negativas", dijo. "Las bebidas suaves y las gaseosas azucaradas son el contribuyente principal de azúcar añadido y una gran fuente de calorías sin otros nutrientes importantes".
Reconocer los efectos negativos del azúcar añadido podría ayudar a la gente, sobre todo a los adolescentes a reducir la cantidad de azúcar que consumen, agregó Welsh.
"Los padres y los adolescentes necesitan tener en cuenta la cantidad de azúcar añadido que consumen y reconocer que hay varias implicaciones negativas para la salud, aunque no inmediatas, pero sí en el tiempo", dijo.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de enero de Circulation.
El equipo de Welsh halló que los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido presentaban niveles 9 por ciento más altos de colesterol LDL (el "malo") y niveles de triglicéridos (otro tipo de grasa en la sangre) 10 por ciento superiores, frente a los que consumían la menor cantidad de azúcar añadido. Los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido tenían niveles inferiores de colesterol HDL (el "bueno") que los que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido.
Además, los investigadores hallaron que los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido mostraron señales de resistencia a la insulina, lo que puede conducir a diabetes y se relaciona con el riesgo de enfermedad cardiaca.
La American Heart Association recomienda un límite superior para la ingesta de azúcar añadido, según la cantidad de calorías que se necesite. "La mayoría de las mujeres estadounidenses [incluidas las adolescentes] deberían consumir hasta cien calorías provenientes de azúcares añadidos al día. La mayoría de los hombres, no más de 150 calorías", según la asociación.
Una advertencia a estos hallazgos es que, debido a la manera en que se realizó el estudio, no está claro si los azúcares añadidos causaron los distintos niveles de colesterol, solo que están relacionados. Además, los investigadores anotaron que la información solo es para un día y podría no reflejar la dieta usual de los adolescentes.
Al comentar sobre el estudio, el Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la facultad de medicina de la Universidad de Yale, aseguró que "este estudio no prueba que el azúcar de la dieta sea un factor de riesgo cardiaco en esta población, aunque lo sugiere fuertemente".
El artículo tiene tres mensajes importantes, dijo. Primero, el azúcar de la dieta en una población representativa de adolescentes es cerca del doble del nivel recomendado.
Segundo, entre mayor sea la ingesta de azúcar, mayores serán las señales de riesgo cardiaco, incluido un alto nivel de colesterol LDL (el "malo") y un bajo nivel de colesterol HDL (el "bueno"). Tercero, el perjuicio aparente del azúcar en exceso es mayor entre los adolescentes que tienen exceso de peso que entre los que no.
"El azúcar de ningún modo es la única amenaza para la salud de los adolescentes o adultos en la dieta", advirtió Katz. "Pero ahora tenemos evidencia de que ciertamente cuenta entre las amenazas importantes para ambos. Reducir la ingesta de azúcar entre los adolescentes para evitar que se conviertan en adultos con diabetes o enfermedad cardiaca, es una prioridad legítima de nutrición para la salud pública", dijo
Un gran desayuno podría no conducir a menos calorías diarias
Según los investigadores, una gran comida en la mañana no evita que la gente coma más en otro momento del día
El Dr. Volker Schusdziarra, investigador del Centro Else-Kroner-Fresenius de Medicina Nutricional de Múnich, encuestó a 380 personas sobre sus dietas diarias. Entre los participantes había 280 personas obesas y 100 de peso normal. Todos llevaron un registro de lo que comieron durante un período de diez a catorce días.
Los investigadores hallaron que los hábitos a la hora del desayuno variaron. La gente a veces se saltaba el desayuno, otras veces comía uno grande y otras uno pequeño, según el estudio, publicado en línea el 17 de enero en la Nutrition Journal.
Sin embargo, los que comieron un desayuno "grande", de 400 calorías más en promedio que uno "pequeño" terminaron con una ganancia neta de 400 calorías durante el día.
"Los resultados del estudio mostraron que la gente consumió lo mismo al almuerzo y a la cena, independientemente de lo que habían desayunado", aseguró Schusdziarra en un comunicado de prensa de BioMed Central, editor de la revista.
El estudio anotó que algunas personas se saltaron un refrigerio de media mañana si el desayuno era grande, aunque eso no desplazó las calorías adicionales que consumieron antes.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
HealthDay
(c) Derechos de autor 2011, HealthDay
Programa apunta a que niños que adelgazan no vuelvan a engordar
NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños que participan en un programa intensivo contra la obesidad pudieron adelgazar y mantener un peso saludable durante un año, a diferencia de otras iniciativas infantiles que no lograban sostener la motivación en el largo plazo.
Esto es importante por dos motivos, según el doctor Donald Williamson, experto en obesidad infantil de la Louisiana State University y que no participó de este nuevo estudio.
Primero, dijo, es importante que los niños aprendan a no volver a engordar cuando abandonan el programa; segundo, los niños estudiados eran de distintas etnias y de bajos ingresos.
El 20 por ciento de los niños y adolescentes de Estados Unidos es obeso, según los CDC; esa cifra se triplicó en los últimos 30 años.
A diferencia de los niños con peso normal, los que tienen sobrepeso son más propensos a volverse adultos obesos, lo que aumenta el riesgo de que desarrollen enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2, entre otros problemas de salud.
El equipo de Mary Savoye, de la Yale University en Connecticut, reunió a unos 200 niños y adolescentes de 8 a 16 años para participar en dos programas para adelgazar.
Un programa era intensivo, familiar y, durante seis meses, los niños hicieron ejercicio aeróbico dos veces por semana y asistieron a clases de nutrición y conductas saludables una vez por semana.
Durante otros seis meses, las sesiones disminuyeron a dos por mes y los padres recibieron entrenamiento en salud y nutrición. En el otro programa, los niños asistieron a una sesión de orientación cada seis meses a cargo de trabajadores sociales, médicos y dietistas.
Todos los participantes estaban en el 5 por ciento más alto del valor de índice de masa corporal (IMC) para su edad y sexo. La asignación del programa fue al azar.
El equipo les midió el peso, la altura, la presión, el colesterol e indicios de diabetes a los seis meses, a los 12 meses y al año después de finalizar el programa.
En los primeros seis meses del programa intensivo, los participantes habían adelgazado 2,25 kg, según publica el equipo en la revista Pediatrics.
A los 12 meses, habían engordado alrededor de 0,45 kg. Al siguiente año, pesaban 6 kg más que al inicio del estudio, pero su IMC seguía bajo porque estaban creciendo.
En cambio, el grupo tratado con asesoramiento durante dos años engordó 4,5 kg en los primeros seis meses, 8 kg al año y 11,7 kg a los dos años con aumento del IMC.
El grupo tratado con el programa intensivo mantuvo niveles de colesterol más saludables que el de control y tuvo menos signos de alarma de diabetes que al inicio del programa.
Una de las complicaciones del estudio fue que más de la mitad de los niños de ambos grupos no finalizó el estudio. Eso es habitual en estas intervenciones y es, de hecho, uno de los principales problemas de estos programas.
Pero, para los autores, el hallazgo de que los participantes que adhirieron al programa hayan mantenido la reducción del IMC es promisorio.
Esto es importante por dos motivos, según el doctor Donald Williamson, experto en obesidad infantil de la Louisiana State University y que no participó de este nuevo estudio.
Primero, dijo, es importante que los niños aprendan a no volver a engordar cuando abandonan el programa; segundo, los niños estudiados eran de distintas etnias y de bajos ingresos.
El 20 por ciento de los niños y adolescentes de Estados Unidos es obeso, según los CDC; esa cifra se triplicó en los últimos 30 años.
A diferencia de los niños con peso normal, los que tienen sobrepeso son más propensos a volverse adultos obesos, lo que aumenta el riesgo de que desarrollen enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2, entre otros problemas de salud.
El equipo de Mary Savoye, de la Yale University en Connecticut, reunió a unos 200 niños y adolescentes de 8 a 16 años para participar en dos programas para adelgazar.
Un programa era intensivo, familiar y, durante seis meses, los niños hicieron ejercicio aeróbico dos veces por semana y asistieron a clases de nutrición y conductas saludables una vez por semana.
Durante otros seis meses, las sesiones disminuyeron a dos por mes y los padres recibieron entrenamiento en salud y nutrición. En el otro programa, los niños asistieron a una sesión de orientación cada seis meses a cargo de trabajadores sociales, médicos y dietistas.
Todos los participantes estaban en el 5 por ciento más alto del valor de índice de masa corporal (IMC) para su edad y sexo. La asignación del programa fue al azar.
El equipo les midió el peso, la altura, la presión, el colesterol e indicios de diabetes a los seis meses, a los 12 meses y al año después de finalizar el programa.
En los primeros seis meses del programa intensivo, los participantes habían adelgazado 2,25 kg, según publica el equipo en la revista Pediatrics.
A los 12 meses, habían engordado alrededor de 0,45 kg. Al siguiente año, pesaban 6 kg más que al inicio del estudio, pero su IMC seguía bajo porque estaban creciendo.
En cambio, el grupo tratado con asesoramiento durante dos años engordó 4,5 kg en los primeros seis meses, 8 kg al año y 11,7 kg a los dos años con aumento del IMC.
El grupo tratado con el programa intensivo mantuvo niveles de colesterol más saludables que el de control y tuvo menos signos de alarma de diabetes que al inicio del programa.
Una de las complicaciones del estudio fue que más de la mitad de los niños de ambos grupos no finalizó el estudio. Eso es habitual en estas intervenciones y es, de hecho, uno de los principales problemas de estos programas.
Pero, para los autores, el hallazgo de que los participantes que adhirieron al programa hayan mantenido la reducción del IMC es promisorio.
Las tasas crecientes de obesidad en los niños se deben a malos hábitos y no a los genes, según un estudio
Investigadores señalan que se deben abordar los estilos de vida sedentarios y las malas elecciones alimenticias para invertir esta tendencia
JUEVES, 3 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) -- Los malos hábitos alimenticios y de actividad, y no la genética, son las causas subyacentes de la mayoría de los casos de obesidad en la adolescencia, sugiere una nueva investigación.
El hallazgos se deriva de un análisis en el que participaron más de 1,000 estudiantes de sexto grado de Michigan que participaron en el programa Proyecto escuelas saludables, que se lleva a cabo en 13 escuelas de educación intermedia de todo el estado.
"Para los niños que están muy gordos quizá se deba tomar en cuenta la prueba genética", señaló la autora principal del estudio, la Dra. Kim A. Eagle, cardióloga y directora del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan, en un comunicado de prensa del centro.
"Para el resto, mejorar la actividad física, reducir el tiempo de ocio frente pantallas y mejorar el valor nutritivo de la comida escolar ofrece una gran promesa para iniciar un cambio en las actuales tendencias de obesidad infantil".
Los hallazgos del estudio aparecen en una edición reciente de American Heart Journal.
Los autores apuntaron que, en 1980, apenas el 6.5 por ciento de los niños estadounidenses de 6 a 11 años eran obesos, pero que ese porcentaje aumentó a cerca de 20 por ciento para 2008.
El estudio reciente encontró que el 15 por ciento de los participantes eran obesos. Y casi todos tenían malos hábitos alimenticios.
Cerca de un tercio de todos los estudiantes apuntaron que habían tomado un refresco el día antes, mientras que menos de la mitad dijo que recordaba haber consumido dos raciones de frutas y verduras en el mismo espacio de tiempo.
Y aunque el 34 por ciento de los niños no obesos almorzaban en la cafetería de la escuela, esa cifra aumentó a 45 por ciento entre los estudiantes obesos.
Sólo un tercio de todos los niños informó que hizo una media hora de ejercicio durante cinco días en la semana previa. Los niños obesos eran mucho menos propensos que los que no lo eran a participar en un ejercicio regular o en las clases de educación física, y menos propensos a pertenecer a equipos deportivos.
Entre los niños obesos, el 58 por ciento informó que había visto dos horas de televisión el día antes. En comparación con el 41 por ciento de los niños no obesos.
El hallazgo contradice el trasfondo de la nueva ley del gobierno federal, "Healthy, Hunger-Free Kids Act of 2010" (Ley para Niños Saludables y Libres de Hambre de 2010), diseñada para fomentar la creación de menús escolares más saludables para los 31 millones de niños de todo el país que comen actualmente a través de programas basados en la escuela.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispa
El hallazgos se deriva de un análisis en el que participaron más de 1,000 estudiantes de sexto grado de Michigan que participaron en el programa Proyecto escuelas saludables, que se lleva a cabo en 13 escuelas de educación intermedia de todo el estado.
"Para los niños que están muy gordos quizá se deba tomar en cuenta la prueba genética", señaló la autora principal del estudio, la Dra. Kim A. Eagle, cardióloga y directora del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan, en un comunicado de prensa del centro.
"Para el resto, mejorar la actividad física, reducir el tiempo de ocio frente pantallas y mejorar el valor nutritivo de la comida escolar ofrece una gran promesa para iniciar un cambio en las actuales tendencias de obesidad infantil".
Los hallazgos del estudio aparecen en una edición reciente de American Heart Journal.
Los autores apuntaron que, en 1980, apenas el 6.5 por ciento de los niños estadounidenses de 6 a 11 años eran obesos, pero que ese porcentaje aumentó a cerca de 20 por ciento para 2008.
El estudio reciente encontró que el 15 por ciento de los participantes eran obesos. Y casi todos tenían malos hábitos alimenticios.
Cerca de un tercio de todos los estudiantes apuntaron que habían tomado un refresco el día antes, mientras que menos de la mitad dijo que recordaba haber consumido dos raciones de frutas y verduras en el mismo espacio de tiempo.
Y aunque el 34 por ciento de los niños no obesos almorzaban en la cafetería de la escuela, esa cifra aumentó a 45 por ciento entre los estudiantes obesos.
Sólo un tercio de todos los niños informó que hizo una media hora de ejercicio durante cinco días en la semana previa. Los niños obesos eran mucho menos propensos que los que no lo eran a participar en un ejercicio regular o en las clases de educación física, y menos propensos a pertenecer a equipos deportivos.
Entre los niños obesos, el 58 por ciento informó que había visto dos horas de televisión el día antes. En comparación con el 41 por ciento de los niños no obesos.
El hallazgo contradice el trasfondo de la nueva ley del gobierno federal, "Healthy, Hunger-Free Kids Act of 2010" (Ley para Niños Saludables y Libres de Hambre de 2010), diseñada para fomentar la creación de menús escolares más saludables para los 31 millones de niños de todo el país que comen actualmente a través de programas basados en la escuela.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispa
Científicos proponen una nueva escala para medir la obesidad
CHICAGO (Reuters) - Un grupo de científicos desarrolló una nueva forma de medir si una persona tiene sobrepeso sin pesarla en una balanza.
La nueva medida, llamada Indice de Adiposidad Corporal (IAC), se basa en la altura y el tamaño de la cadera, y busca ofrecer una alternativa más flexible al índice de masa corporal, o IMC, una proporción entre la altura y el peso, dijeron el jueves investigadores estadounidenses.
El IMC es usado para medir la grasa corporal desde hace 200 años, pero no es una medición perfecta, escribió el equipo de Richard Bergerman, de la Universidad de California del Sur, Los Angeles, en la revista Obesity.
Si bien hay otras formas más complejas de calcular la grasa corporal más allá de la simple subida a la balanza, el IMC es ampliamente utilizado tanto por investigadores como médicos.
Se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros cuadrados. Se considera que una persona que mide 1,65 metros tiene sobrepeso si pesa 68 kilos y es obesa si pesa 82 kilos.
Pero hay bastantes matices en el medio. Por ejemplo, los hombres y mujeres con el mismo IMC pueden tener niveles muy diferentes de grasa extra. Los números del IMC no pueden ser generalizados entre diferentes grupos étnicos ni usados en atletas, que tienen una contextura más delgada.
El equipo elaboró el índice usando datos de un estudio sobre población mexicano-estadounidense. Y confirmó la precisión de la escala usando un avanzado dispositivo llamado escáner de absorción de rayos X de energía dual, o DEXA.
Los test en base a un estudio de afroamericanos mostraron resultados similares, lo que sugiere que el IAC puede ser usado en diferentes grupos étnicos.
El IAC es una compleja proporción entre la circunferencia de la cadera y la altura que puede ser calculada por médicos o enfermeras con una computadora o una calculadora.
El equipo dice que el índice necesita algunos ajustes y que necesita probarlo entre una población blanca y otros grupos étnicos. Pero cree que podría ser una promisoria herramienta, sobre todo en entornos remotos con limitado acceso a balanzas confiables.
"Después de nuevas validaciones, este índice puede ser propuesto como una útil medida del porcentaje de grasa, que es muy fácil de obtener", escribieron los investigadores.
"Sin embargo, aún hay que analizar si el IAC puede pronosticar mejor los efectos para la salud, tanto en hombres como en mujeres, que otros índices de adiposidad corporal, incluyendo el IMC", agregaron.
La obesidad se ha convertido en una epidemia global, con más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos en todo el mundo, considerados obesos. La cifra duplica a las estadísticas de 1980.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad representan casi el 10 por ciento de los gastos médicos en Estados Unidos, o alrededor de 147.000 millones de dólares por año.
El IMC es usado para medir la grasa corporal desde hace 200 años, pero no es una medición perfecta, escribió el equipo de Richard Bergerman, de la Universidad de California del Sur, Los Angeles, en la revista Obesity.
Si bien hay otras formas más complejas de calcular la grasa corporal más allá de la simple subida a la balanza, el IMC es ampliamente utilizado tanto por investigadores como médicos.
Se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros cuadrados. Se considera que una persona que mide 1,65 metros tiene sobrepeso si pesa 68 kilos y es obesa si pesa 82 kilos.
Pero hay bastantes matices en el medio. Por ejemplo, los hombres y mujeres con el mismo IMC pueden tener niveles muy diferentes de grasa extra. Los números del IMC no pueden ser generalizados entre diferentes grupos étnicos ni usados en atletas, que tienen una contextura más delgada.
El equipo elaboró el índice usando datos de un estudio sobre población mexicano-estadounidense. Y confirmó la precisión de la escala usando un avanzado dispositivo llamado escáner de absorción de rayos X de energía dual, o DEXA.
Los test en base a un estudio de afroamericanos mostraron resultados similares, lo que sugiere que el IAC puede ser usado en diferentes grupos étnicos.
El IAC es una compleja proporción entre la circunferencia de la cadera y la altura que puede ser calculada por médicos o enfermeras con una computadora o una calculadora.
El equipo dice que el índice necesita algunos ajustes y que necesita probarlo entre una población blanca y otros grupos étnicos. Pero cree que podría ser una promisoria herramienta, sobre todo en entornos remotos con limitado acceso a balanzas confiables.
"Después de nuevas validaciones, este índice puede ser propuesto como una útil medida del porcentaje de grasa, que es muy fácil de obtener", escribieron los investigadores.
"Sin embargo, aún hay que analizar si el IAC puede pronosticar mejor los efectos para la salud, tanto en hombres como en mujeres, que otros índices de adiposidad corporal, incluyendo el IMC", agregaron.
La obesidad se ha convertido en una epidemia global, con más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos en todo el mundo, considerados obesos. La cifra duplica a las estadísticas de 1980.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad representan casi el 10 por ciento de los gastos médicos en Estados Unidos, o alrededor de 147.000 millones de dólares por año.
Reuters Health
CONTROL DE LA RACION
El tamano de las raciones esta aumentando por todos lados, en el supermercado, en los restaurantes, en el cine y hasta en casa. Los estudios senalan que cuando a las personas se les presentan raciones mas grandes, inadvertidamente consumen mas calorias, lo que puede conducir al aumento de peso. Hay maneras de controlar las raciones. Lea mas acerca de las muchas maneras en que el control de las raciones puede ayudar a tener un estilo de vida mas saludable.
Tamano de la porcion
Muchos restaurantes sirven mas comida de la que una persona necesita comer en una sentada. Tome el control de la cantidad de comida en su plato compartiendo un plato principal con un amigo. Tambien le puede pedir al mesero una caja "para llevar", y empacar la mitad de la comida en cuanto esta llegue a la mesa. Si pide un plato principal, llevese lo que sobre a casa, refrigerelo y disfrutelo como otra comida o refrigerio para el dia siguiente.
Comase la comida rapida en un plato:
Cuando pida comida rapida, imaginesela en un plato. Mejor aun, llevesela a casa y pongala en un plato. Quiza se sorprenda de cuan lleno se ve el plato, asi que pruebe comer menores cantidades la proxima vez.
Pida raciones mas pequenas de comida rapida y comida para llevar
Dieta para diabéticos
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/diabeticdiet.html
Otros nombres: Dieta y diabetes, Nutrición para personas con diabetes
Si tiene diabetes, su cuerpo no puede producir o utilizar la insulina adecuadamente. Esto conduce a una elevación del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre. La alimentación sana ayuda a reducir el azúcar de la sangre. Es una parte fundamental del manejo de la diabetes, ya que controlando la glucemia (azúcar en la sangre) se pueden prevenir las complicaciones de la diabetes.
Escoger sabiamente los alimentos es la base del tratamiento de la diabetes. Los especialistas en diabetes sugieren planes de comidas que sean flexibles y que tomen en cuenta su estilo de vida y otras necesidades de salud. Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas.
La alimentación saludable para un diabético incluye:
Escoger sabiamente los alimentos es la base del tratamiento de la diabetes. Los especialistas en diabetes sugieren planes de comidas que sean flexibles y que tomen en cuenta su estilo de vida y otras necesidades de salud. Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas.
La alimentación saludable para un diabético incluye:
- Limitar los dulces
- Comer frecuentemente
- Cuidarse cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos se consumen
- Consumir grandes cantidades de alimentos de grano entero, frutas y vegetales
- Comer menos grasas
- Limitar el consumo del alcohol
Comience aquí
- Diabetes y la nutrición [http://familydoctor.org/online/famdoces/home/common/diabetes/living/349.printerview.html](Academia Americana de Médicos de Familia)
- También está disponible en inglés [http://familydoctor.org/online/famdocen/home/common/diabetes/living/349.printerview.html]
- Diabetes y plan de nutrición [http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/tutorials/diabetesmealplanningspanish/htm/index.htm]
(Instituto de Educación al Paciente)
- También está disponible en inglés [http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/tutorials/diabetesmealplanning/htm/index.htm]
- Lo que usted debe saber sobre la alimentación y la diabetes [http://diabetes.niddk.nih.gov/spanish/pubs/eating_ez/index.htm]
(Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón)
- También está disponible en inglés [http://diabetes.niddk.nih.gov/dm/pubs/eating_ez/]
Relacionan la mala dieta con señales preliminares de riesgo cardiaco en niños obesos
Un estudio halla que la falta de alimentación saludable en la juventud parece ser la causa de inflamación y resistencia a la insulina
MARTES, 22 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio reciente sugiere que la obesidad con frecuencia prepara a los adolescentes para una amplia variedad de afecciones que incrementan el riesgo de enfermedad cardiaca, como inflamación, resistencia a la insulina y señales de problemas en el sistema metabólico.
"Las anomalías metabólicas sugieren que el proceso de desarrollar enfermedad cardiaca ya ha comenzado en estos niños, lo que hace crítico que introduzcan cambios en la dieta y el estilo de vida", aseguró en un comunicado de prensa emitido por la American Heart Association el Dr. Ashutosh Lal, autor principal del estudio y hematólogo pediatra del Hospital Infantil y Centro de Investigación Oakland de California.
Los hallazgos debían presentarse el martes en las sesiones científicas de la American Heart Association en Atlanta.
Los investigadores compararon las dietas de 33 jóvenes obesos de entre once y 19 años con las de otros 19 del mismo grupo de edad que tenían peso normal. La categoría de peso de los participantes se determinó utilizando el índice de masa corporal, una proporción entre el peso y la estatura de una persona.
Los investigadores examinaron también los resultados de pruebas de sangre de cada uno de los participantes, que recibían atención médica en una clínica del centro de Oakland. Las dos terceras partes de los participantes de cada grupo eran de sexo femenino y los grupos eran racialmente diversos.
Los investigadores encontraron que los adolescentes obesos mostraron señales de inflamación, resistencia a la insulina (precursora de la diabetes) y tensión oxidativa (que puede conducir a daño en los vasos sanguíneos).
"Al examinar las cifras, usted puede pensar que estos niños podrían sentirse enfermos, pero no era así", comentó Lal. "Aparentemente se sentían bien, pero es mucho lo que hay debajo de esta superficie".
Los problemas podrían relacionarse con dietas malas bajas en frutas y verduras, fibras y lácteos. Los investigadores hallaron que los adolescentes de ambos grupos no recibían nutrición adecuada porque no consumían suficientes de estos tipos de alimentos, aunque los adolescentes obesos en particular consumían menos lácteos y menos porciones de fruta.
Los autores del estudio indicaron que se halló que el potasio y las vitaminas A, C y D, que se encuentran en productos lácteos fortificados, así como en frutas y verduras de colores intensos, estaban ausentes en las dietas de los niños obesos.
"Los adolescentes obesos consumían muy pocas fuentes naturales de antioxidantes, frutas y verduras, y podrían tener mayor necesidad de antioxidantes por la inflamación relacionada con el exceso [de peso]", agregó Lal. "Por su salud cardiaca, los adolescentes obesos deberían comer mejor, no solo menos".
Los expertos señalan que las investigaciones que se presentan en reuniones no están sometidas al mismo tipo de escrutinio riguroso que las que se publican en revistas médicas revisadas por pares.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: American Heart Association, news release, March 22, 2011
"Las anomalías metabólicas sugieren que el proceso de desarrollar enfermedad cardiaca ya ha comenzado en estos niños, lo que hace crítico que introduzcan cambios en la dieta y el estilo de vida", aseguró en un comunicado de prensa emitido por la American Heart Association el Dr. Ashutosh Lal, autor principal del estudio y hematólogo pediatra del Hospital Infantil y Centro de Investigación Oakland de California.
Los hallazgos debían presentarse el martes en las sesiones científicas de la American Heart Association en Atlanta.
Los investigadores compararon las dietas de 33 jóvenes obesos de entre once y 19 años con las de otros 19 del mismo grupo de edad que tenían peso normal. La categoría de peso de los participantes se determinó utilizando el índice de masa corporal, una proporción entre el peso y la estatura de una persona.
Los investigadores examinaron también los resultados de pruebas de sangre de cada uno de los participantes, que recibían atención médica en una clínica del centro de Oakland. Las dos terceras partes de los participantes de cada grupo eran de sexo femenino y los grupos eran racialmente diversos.
Los investigadores encontraron que los adolescentes obesos mostraron señales de inflamación, resistencia a la insulina (precursora de la diabetes) y tensión oxidativa (que puede conducir a daño en los vasos sanguíneos).
"Al examinar las cifras, usted puede pensar que estos niños podrían sentirse enfermos, pero no era así", comentó Lal. "Aparentemente se sentían bien, pero es mucho lo que hay debajo de esta superficie".
Los problemas podrían relacionarse con dietas malas bajas en frutas y verduras, fibras y lácteos. Los investigadores hallaron que los adolescentes de ambos grupos no recibían nutrición adecuada porque no consumían suficientes de estos tipos de alimentos, aunque los adolescentes obesos en particular consumían menos lácteos y menos porciones de fruta.
Los autores del estudio indicaron que se halló que el potasio y las vitaminas A, C y D, que se encuentran en productos lácteos fortificados, así como en frutas y verduras de colores intensos, estaban ausentes en las dietas de los niños obesos.
"Los adolescentes obesos consumían muy pocas fuentes naturales de antioxidantes, frutas y verduras, y podrían tener mayor necesidad de antioxidantes por la inflamación relacionada con el exceso [de peso]", agregó Lal. "Por su salud cardiaca, los adolescentes obesos deberían comer mejor, no solo menos".
Los expertos señalan que las investigaciones que se presentan en reuniones no están sometidas al mismo tipo de escrutinio riguroso que las que se publican en revistas médicas revisadas por pares.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
Cinco hábitos para combatir la obesidad infantil
Cinco hábitos para combatir la obesidad infantil
(Five Things You Can Do To Fight Childhood Obesity)
Los padres deben dar el ejemplo y ser persistentes
16 DE OCTUBRE — La obesidad infantil representa uno de los problemas de salud más grandes del país particularmente para los hispanos.Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades el 20 por ciento de niños hispanos entre los 12 y 19 años padece de obesidad. En contraste el 18 por ciento de todos los niños entre los 12 y 19 años padece de obesidad.
"Somos lamentablemente el grupo en Estados Unidos con las tasas más altas de obesidad en adultos y niños y tenemos que hacer algo respecto", dijo. (Descarga la entrevista completa en formato .mp3 (5MB) o lee la transcripción de la entrevista).
Ese algo podría resumirse en los siguientes cinco hábitos que el Dr. Lobelo recomienda a padres de familia o tutores que buscan combatir la obesidad infantil en casa:
1) Introducir más frutas y verduras
El Dr. Lobelo dice que el consumo de frutas y verduras es fundamental para combatir la obesidad infantil. Señala que los padres pueden incorporar frutas a la dieta de los niños reemplazando los dulces y las grasas a la hora de comer un bocadillo. Para aumentar el consumo de verduras sugiere que los padres preparen y condimenten las verduras que más les gustan a sus niños y que los ayuden a reducir el consumo de grasas y comidas altas en calorías. "Lo importante es aumentar las probabilidades de que los niños consuman frutas y verduras y bocadillos saludables, porque sabemos que no tienen muchas oportunidades de hacerlo durante el día."2) Pasar menos tiempo enfrente de una pantalla
La obesidad difícilmente se combate con éxito sin cambiar hábitos sedentarios como ver demasiada televisión, jugar videojuegos o pasar horas frente a la computadora. "Todos esos son momentos sedentarios que contribuyen al desarrollo de la obesidad", dijo el Dr. Lobelo. Lo ideal, dice, es limitar a dos horas al día el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla. De esa forma los niños tendrán más tiempo disponible para seguir el próximo consejo: poner sus cuerpos en movimiento.3) Aumentar la actividad física
El Dr. Lobelo dice que si el ejercicio pudiera comprimirse en una pastilla sería una droga milagrosa que reduciría el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, recomienda que los niños hagan por lo menos una hora diaria de actividad física. "No se trata de que se entrenen para un deporte en específico o que el ejercicio sea riguroso todos los días. Se trata de que los niños jueguen en los espacios abiertos, que pasen menos tiempo encerrados en casa, que salgan a caminar y que tengan un estilo de vida que no sea sedentario", señaló.4) Eliminar el consumo de bebidas azucaradas
En los últimos años se ha dado una explosión en el consumo de bebidas azucaradas como sodas, jugos y bebidas energéticas e incluso muchas veces las familias desconocen cuánta azúcar contienen estas bebidas. "Las sodas tienen muchas calorías que no tienen ningún componente nutricional y que no contribuyen a una dieta saludable", dijo el Dr. Lobelo. "Por eso la recomendación es que se eviten al máximo", señaló. Lo ideal es que los padres fomenten el consumo de agua en el hogar para así inculcar a los niños hábitos saludables.5) Dar el ejemplo a los hijos
Los buenos hábitos de salud son posibles si los padres les dan suficiente importancia en el hogar, dijo el Dr. Lobelo. "No se trata de que el padre le diga al hijo que tenga hábitos saludables pero él mismo no los tiene", dijo. Los CDC ofrecen consejos a padres de familia para equilibrar el ejercicio con la buena alimentación. "Toda la familia tiene que tener hábitos saludables, salir a caminar juntos, tratar de reducir el número de horas de televisión y tratar de evitar el consumo de bebidas azucaradas", señaló.Para aprender más sobre temas relacionados a la nutrición visita GobiernoUSA.gov, el portal oficial del Gobierno de los Estados Unidos en español y parte de la Administración de Servicios Generales (GSA) de EE. UU. Este artículo es una colaboración de GobiernoUSA.gov y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Estrategias clave para que las escuelas prevengan la obesidad
El impacto de la obesidad infantil
Entre los niños de 6 y 11 años, la prevalencia de la obesidad pasó a ser más que el doble en las últimas tres décadas, incrementándose de un 6.5% en 1980 a un 17.0% en 2006. La tasa entre adolescentes de 12 a 19 años pasó a ser más que el triple durante el mismo período, incrementándose de un 5.0% a un 17.6%. La obesidad infantil tiene efectos en la salud inmediatos y a largo plazo:
- Las personas jóvenes obesas tienen mayor riesgo de padecer problemas óseos y de las articulaciones y apnea del sueño.
- Los niños y adolescentes obesos pueden tener problemas sociales y psicológicos, tales como estigmatización y baja autoestima.
- Los niños y jóvenes obesos tienen más probabilidad que los de peso normal de tener sobrepeso o ser obesos cuando son adultos.
- Seis de diez jóvenes tienen al menos un factor de riesgo adicional de padecer enfermedades cardíacas, tales como colesterol alto o hipertensión.
El rol de las escuelas para prevenir la obesidad infantil
Revertir la epidemia de obesidad requiere de un esfuerzo a largo plazo y bien coordinado para que llegue a las personas jóvenes a los lugares donde viven, aprenden y juegan. Las escuelas son socios clave en este esfuerzo:- Más del 95% de los jóvenes de EE. UU. asisten a una escuela.
- Los estudiantes tienen la oportunidad de comer una porción más grande que la que se necesita a diario y estar físicamente activos cuando asisten a la escuela.
- Las escuelas son el lugar ideal para enseñarles a los jóvenes cómo adoptar y mantener un estilo de vida saludable y activo.
- Investigaciones muestran que los programas escolares bien organizados y bien implementados pueden promover de manera efectiva la actividad física y la alimentación saludable.
- Investigaciones recientes muestran la conexión que existe entre la actividad física, la buena alimentación, la educación física y los programas de nutrición y el rendimiento académico.
Para ayudar a las escuelas en estos esfuerzos, los CDC revisan evidencia científica para determinar qué normas y prácticas escolares son más propensas a mejorar los comportamientos de salud claves entre los jóvenes, incluyendo la actividad física y la alimentación saludable. En base a estas revisiones, los CDC identificaron 10 estrategias para ayudar a las escuelas a prevenir la obesidad a través de la promoción de la actividad física y la alimentación saludable. Los CDC y sus socios desarrollaron además herramientas fáciles de usar para ayudar a las escuelas a implementar cada una de estas estrategias de manera efectiva.
10 estrategias clave
Construya una base fuerte- Fomente la actividad física y la alimentación a través de programas escolares de salud coordinados.
- Designe un coordinador escolar de salud y mantenga activo un consejo de salud escolar.
- Evalúe las normas y programas de salud escolar y desarrolle un plan de mejoras.
- Fortalezca las normas escolares de alimentación y actividad física.
- Implemente un programa de promoción de la salud de alta calidad para el personal escolar.
- Implemente un curso de alta calidad sobre educación para la salud.
- Implemente un curso de alta calidad sobre educación física.
- Incremente las posibilidad de que los estudiantes hagan actividad física.
- Implemente programas de calidad alimenticia escolar.
- Asegúrese de que los estudiantes tengan elecciones saludables de comidas y bebidas fuera del programa alimenticio escolar.
La fibra podría reducir el riesgo de problemas cardiacos de por vida
Un estudio encuentra que las probabilidades de enfermedad eran más bajas entre los que consumían la mayor cantidad de fibra
Los hallazgos añaden a la investigación existente que relaciona las dietas ricas en fibras con índices más bajos de hipertensión, obesidad y colesterol alto.
Investigadores de la Universidad de Northwestern llegaron a la conclusión tras estudiar los resultados de una encuesta de 2003 a 2008 en que participaron 11,079 personas, todas a partir de los veinte años de edad, y con una edad promedio de 46 años. Alrededor de la mitad eran mujeres, 22 por ciento eran negros, y 27 por ciento eran estadounidenses de origen mexicano.
Los investigadores dividieron a los participantes del estudio en cuatro grupos según la cantidad de fibra que comían al día, y luego predijeron su riesgo de por vida de enfermedad cardiaca según factores como la presión arterial y si fumaban o no.
En las personas de 20 a 39 años además de las de 40 a 59, las que consumían la mayor cantidad de fibra tenían un riesgo significativamente más bajo de enfermedad cardiovascular que las que consumían la menor cantidad de fibra, encontró el estudio.
Los hallazgos debían ser presentados el martes en Atlanta en una sesión científica de la American Heart Association sobre nutrición, actividad física, metabolismo, y epidemiología y prevención de la enfermedad cardiovascular. Las investigaciones presentadas en reuniones deben ser consideradas preliminares hasta que hayan sido sometidas al riguroso escrutinio requerido para la publicación en revistas médicas revisadas por pares.
miércoles, 23 de marzo de 2011
TISANA PU-ERH ( 2 kilos menos en una semana)
El te es uno de los mejores aliados a la hora de iniciar un regimen de adelgazamiento.
Para los chinos, la buena salud deriva del equilibrio entre la sustancia (Yin) y la energía (yang), de ahí que sólo un método adelgazante que tenga en cuenta estos dos aspectos pueda tener éxito. Así arranca la dieta Qi, basada en el consumo de cinco tazas diarias de Pu-Erh, junto a cereales como trigo, mijo, arroz o cebada.
EL SECRETO DE SU ACCIÓN ANTIKILOS
Las pruebas confirman que tres tazas diarias de la tisana Pu-Erh disminuyen en un mes el nivel de grasa en sangre hasta un 15 por ciento, y los triglicéridos y el ácido úrico hasta un 66 por ciento.
Para los chinos, la buena salud deriva del equilibrio entre la sustancia (Yin) y la energía (yang), de ahí que sólo un método adelgazante que tenga en cuenta estos dos aspectos pueda tener éxito. Así arranca la dieta Qi, basada en el consumo de cinco tazas diarias de Pu-Erh, junto a cereales como trigo, mijo, arroz o cebada.
EL SECRETO DE SU ACCIÓN ANTIKILOS
Las pruebas confirman que tres tazas diarias de la tisana Pu-Erh disminuyen en un mes el nivel de grasa en sangre hasta un 15 por ciento, y los triglicéridos y el ácido úrico hasta un 66 por ciento.
miércoles, 16 de marzo de 2011
MASTICAR CHICLE ADELGAZA
Según una investigación realizada en la Clinica Mayo en Rochester (EEUU), mascar chicle puede incrementar el metabolismo, es decir, el número de calorías quemadas, hasta un 20 `por ciento. El estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, ha verificado que masticar un chicle sin azúcar durante una hora supone quemar unas 11 calorías más que las quemadas cuando el organismo se encuentra en reposo.
martes, 15 de marzo de 2011
PAGINAS WEBS DONDE PODEIS HACER VUESTRAS METRICAS
Además en estas paginas también encontrareis cursores animados para las metricas
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martes, 8 de marzo de 2011
EJERCICIO FÍSICO
Si haces una dieta sin ejercicio se producirá un proceso degenerativo del cuerpo, ya que al perder gran volumen de masa corporal sin control, tendrás un cuerpo más delgado pero sin el tono muscular adecuado. Y adelgazar no significa solo pesar menos, sino estar sano.
Al bajar de peso, tienes que darle tiempo a tu cuerpo para que se adapte a este cambio físico. Si no se adapta, la piel queda floja y descolgada, lo cual se puede evitar si haces ejercicio que pongas los músculos fuertes y tonificados para que la piel se mantenga en su sitio.
Pero aún más importante que su beneficio estético, el ejercicio contribuye también a la aceleración de la pérdida de peso, pues al acelerar el metabolismo se logra que el organismo queme más calorías a incluso en estado de reposo.
Hacer una dieta con ejercicio es la solución para evitar el indeseado efecto yo-yo o efecto rebote de las dietas restrictivas. Y es que adelgazar NO significa pasar hambre, sino adaptar tus hábitos a un estilo de vida saludable.
DIETA ANTIAZUCAR
El azucar refinado y los cereales despojados de sus cáscaras provocan una rápida secreción de grandes cantidades de insulina. Sin embargo, los carbohidratos no refinados, como los de las frutas, vegetales verdes y granos integrales, requieren un grado de alteración digestiva para ser absorvidos. Esto causa una reducción en la cantidad de la secreción de insulina.
Por su parte, la ingesta de proteínas estimula la secreción de glucagón (sustancia segregada por el páncreas), que estimula la destrucción de la grasa almacenada, provocando una perdida de peso. Basándose en esto, la dieta se compone de carbohidratos hipoglucémicos (vegetales ricos en fibras, cereales integrales y frutas), carnes magras y grasas en cantidad moderada.
La insulina hace que nuestro cuerpo almacene el exceso de azúcar en forma de grasa, inhibe la movilización y destrucción de la grasa previamente almacenada y eleva el colesterol, aunque es esencial para formar el glúcogeno y estimular el almacenamiento de proteínas en los músculos y de grasa en las células grasas. Como los hidratoss de carbono se descomponen en glucosa, lo que eleva el nivel de azúcar en sangre, el páncreas segrega insulina para contrarrestrar este efecto. Por tanto, una dieta rica en carbohidratos aumenta la glucosa, lo que estimula la liberación de insulina, con los efectos sobre la grasa que ya hemos visto. Además, los carbohidratos anulan la secreción de glucagón, hormona que ayuda a eliminar la grasa almacenada, por su alto contenido en glucosa. Sin embargo, con una dieta rica en proteínas, la glucosa apenas se eleva, lo mismo que la insulina. Lo que sí aumenta es el glucagón. En definitiva, regular la secreción de insulina es la clave de la dieta antiazúcar, para lo cual es preciso controlar la ingesta de azúcar, tanto el refinado como el de los hidratos de carbono.
ASI ES LA DIETA
Hay que eliminar, patatas, maíz, arroz blanco, cereales procesados, pan hecho con harinas refinadas, remolacha, zanahoria y por supuesto, azucar refinado, jarabe de maíz, miel, bebidas azucaradas y cerveza.
Reemplazaremos los hidratos de carbono que más estimulan la producción de insulina, incluidos los almidones, por otros alimentos integrales
Es necesario disminuir la proporción de grasas saturadas.
Es preciso que la dieta sea equilibarada, como las proteinas necesarias para nuestro organismo se encuentran tanto en alimentos de origen animal como vegetal, y ninguna de esas dos fuentes suministra todos los aminoácidos que se requieren, será necesario incluir alimentos de ambas clases.
Hay que tener cuidado con las salsas, como la de ketchup y muchas de las que se usan para el asado, porque están condimentadas con uno o más azúcares. Casi todos los aliños comerciales para ensaladas contienen una o más formas de azúcar.
En cuanto a la preparación de los alimentos, lo mejor es cocinarlos a la brasa, al hornos, a la parrilla, cocidos o en microondas.
LO QUE SE DEBE EVITAR Y COMO SUSTITUIRLO
TEN EN CUENTA
CARNES: carne vacuna magra, pato, cerdo, pavo, codorniz, perdiz, conejo, cordero, pollo, faisan, ternera.
FRUTAS: las que se ingieren por separado son digeridas y absorvidas a un ritmo menor que cuando son consumidas junto con otros hidratos de carbono y grasas. Se pueden comer aguacates, mangos, albaricoques, manzanas, cerezas, melocotones, ciruelas, melón, dátiles, moras, kiwis, naranjas, limas, peras, limones, pomelos, mandarinas, uvas.
GRANOS Y CEREALES: pueden afectar a la velocidad de la digestión y la absorción de hidratos de carbono, teniendo como consecuencia una estimulación mucho menor de la producción de insulina. Son ricos en vitaminas y minerales, sustancias fitoquimicas y antioxidantes.
Arroz integral, avena, granos naturales, panes de cereal integral, pasta de cereal integral, producto de grano entero (sin dextrosa, maltosa, miel, melaza, azúcar moreno ni jarabe de maíz), salvado de avena y salvado de trigo.
LACTEOS: cremas, mantequilla, queso, leche, yogur.
HUEVOS
PESCADOS Y MARISCOS
VEGETALES: alcachofas, espinacas, algas, guisantes, apio, hoja de nabo, berenjenas, judías, brécol, lechuga, calabaza, calabacines, pepino, cebolla, pepinillos en vinagre, col, pimientos dulces, coles de bruselas, rábanos, coliflor, setas, espárragos, tomates.
OTROS ALIMENTOS:aceite de oliva, aceite de canola, ajo, café, chocolate amargo, especias, frutos secos, gaseosa con edulcorantes artificiales, gelatina de fruta sin azúcar, salsa tabasco, te, zumos de fruta sin azúcar.
Por su parte, la ingesta de proteínas estimula la secreción de glucagón (sustancia segregada por el páncreas), que estimula la destrucción de la grasa almacenada, provocando una perdida de peso. Basándose en esto, la dieta se compone de carbohidratos hipoglucémicos (vegetales ricos en fibras, cereales integrales y frutas), carnes magras y grasas en cantidad moderada.
La insulina hace que nuestro cuerpo almacene el exceso de azúcar en forma de grasa, inhibe la movilización y destrucción de la grasa previamente almacenada y eleva el colesterol, aunque es esencial para formar el glúcogeno y estimular el almacenamiento de proteínas en los músculos y de grasa en las células grasas. Como los hidratoss de carbono se descomponen en glucosa, lo que eleva el nivel de azúcar en sangre, el páncreas segrega insulina para contrarrestrar este efecto. Por tanto, una dieta rica en carbohidratos aumenta la glucosa, lo que estimula la liberación de insulina, con los efectos sobre la grasa que ya hemos visto. Además, los carbohidratos anulan la secreción de glucagón, hormona que ayuda a eliminar la grasa almacenada, por su alto contenido en glucosa. Sin embargo, con una dieta rica en proteínas, la glucosa apenas se eleva, lo mismo que la insulina. Lo que sí aumenta es el glucagón. En definitiva, regular la secreción de insulina es la clave de la dieta antiazúcar, para lo cual es preciso controlar la ingesta de azúcar, tanto el refinado como el de los hidratos de carbono.
ASI ES LA DIETA
Hay que eliminar, patatas, maíz, arroz blanco, cereales procesados, pan hecho con harinas refinadas, remolacha, zanahoria y por supuesto, azucar refinado, jarabe de maíz, miel, bebidas azucaradas y cerveza.
Reemplazaremos los hidratos de carbono que más estimulan la producción de insulina, incluidos los almidones, por otros alimentos integrales
Es necesario disminuir la proporción de grasas saturadas.
Es preciso que la dieta sea equilibarada, como las proteinas necesarias para nuestro organismo se encuentran tanto en alimentos de origen animal como vegetal, y ninguna de esas dos fuentes suministra todos los aminoácidos que se requieren, será necesario incluir alimentos de ambas clases.
Hay que tener cuidado con las salsas, como la de ketchup y muchas de las que se usan para el asado, porque están condimentadas con uno o más azúcares. Casi todos los aliños comerciales para ensaladas contienen una o más formas de azúcar.
En cuanto a la preparación de los alimentos, lo mejor es cocinarlos a la brasa, al hornos, a la parrilla, cocidos o en microondas.
LO QUE SE DEBE EVITAR Y COMO SUSTITUIRLO
EVITAR | SUSTITUIR |
Patatas rojas | Tomates a la parrilla con queso, boniatos, lentejas, setas y guisantes. |
Arroz blanco | Arroz integral o moreno |
Maíz (incluyendo palomitas) | Espárragos y calabacines |
Zanahorias | Brécol y apio |
Remolacha | Palmitos y alcachofas |
Pan blanco | Panes integrales (de trigo molido artesanal), sin azucares agregados y pasta de harina integral. |
Todos los azúcares refinados | Edulcorantes artificiales, fructosa. |
Otros productos refinados (galletas, pasteles) | Helado de crema sin azúcar, yogur sin azúcar, y, de vez en cuando cerveza sin azúcar. |
TEN EN CUENTA
- Se debe comer para quitar el hambre, nunca para hartarse.
- Hay que hacer tres comidas equilibradas al día-
- No es necesario contar las calorias ni los gramos.
- No es aconsejable ingerir una comida abundante antes de acostarnos.
- La fruta hay que tomarla 30´antes o 2 horas después de una comida, o sola , como tentempié.
- Hay que beber fuera de las comidas de 6 a 8 vasos al día, (mejor de agua).
- Un tinto de vez en cuando, es el único alcohol permitido.
CARNES: carne vacuna magra, pato, cerdo, pavo, codorniz, perdiz, conejo, cordero, pollo, faisan, ternera.
FRUTAS: las que se ingieren por separado son digeridas y absorvidas a un ritmo menor que cuando son consumidas junto con otros hidratos de carbono y grasas. Se pueden comer aguacates, mangos, albaricoques, manzanas, cerezas, melocotones, ciruelas, melón, dátiles, moras, kiwis, naranjas, limas, peras, limones, pomelos, mandarinas, uvas.
GRANOS Y CEREALES: pueden afectar a la velocidad de la digestión y la absorción de hidratos de carbono, teniendo como consecuencia una estimulación mucho menor de la producción de insulina. Son ricos en vitaminas y minerales, sustancias fitoquimicas y antioxidantes.
Arroz integral, avena, granos naturales, panes de cereal integral, pasta de cereal integral, producto de grano entero (sin dextrosa, maltosa, miel, melaza, azúcar moreno ni jarabe de maíz), salvado de avena y salvado de trigo.
LACTEOS: cremas, mantequilla, queso, leche, yogur.
HUEVOS
PESCADOS Y MARISCOS
VEGETALES: alcachofas, espinacas, algas, guisantes, apio, hoja de nabo, berenjenas, judías, brécol, lechuga, calabaza, calabacines, pepino, cebolla, pepinillos en vinagre, col, pimientos dulces, coles de bruselas, rábanos, coliflor, setas, espárragos, tomates.
OTROS ALIMENTOS:aceite de oliva, aceite de canola, ajo, café, chocolate amargo, especias, frutos secos, gaseosa con edulcorantes artificiales, gelatina de fruta sin azúcar, salsa tabasco, te, zumos de fruta sin azúcar.
DIETAS Y ACTIVIDAD FISICA
Por todas es sabido que nuestro eterno problema es el mantenimiento de un peso correcto evitando engordar y en todo caso de sobrarnos unos kilos nos enfrentamos a la guerra de quitarnos esos kilos.
Tambien sabemos todas que el peso salvo que se padezca alguna enfermedad que ocasione el estar obesa o el tener algunos kilos de más es consecuencia de ingerir más calorias de las que gastamos, No debemos engañarnos, engordamos porque comemos mucho y mal, aunque esto se agrava con el paso del tiempo. Podemos decir más concretamente que a partir de los 40. Este aumento de peso se agrava si no cuidamos nuestros habitos de vida en lo referente a la alimentación y el ejercicio físico.
Excepto aquellas mujeres que tienen un metabolismo excepcional, las comunes de las mortales siempre estamos en lucha con el peso, para mantenernos los más comodas posible con nuestro cuerpo y por lo tanto mucho más contentas con nosotras mismas.
Veamos, hay muchas dietas para perder peso pero por una razón o por otra nunca nos convencen o bien no conseguimos llegar hasta el final. Lo malo es que cuando nos ponemos a dieta es para perder más de 5 kilos y ahí está el problema, no tenemos paciencia (algunas si), y eso hace que no lleguemos a la meta que nos proponemos, ya que queremos perder los kilos de manera inmediata, cosa que no es posible pues si fuera asi todas estariamos delgada. Ocurre lo mismo con los productos que anuncian para adelgazar, no nos engañemos, muchas de nosotras pensamos que si compramos estos productos adelgazaremos, y nada más lejos de la realidad. Claro que adelgazarás, si haces dieta y ejercicio y si te ayudas de esos productos, pues también. Pero los productos por si mismos no adelgazan, si no, no estariamos gorditas o con kilos de más.
Tambien sabemos todas que el peso salvo que se padezca alguna enfermedad que ocasione el estar obesa o el tener algunos kilos de más es consecuencia de ingerir más calorias de las que gastamos, No debemos engañarnos, engordamos porque comemos mucho y mal, aunque esto se agrava con el paso del tiempo. Podemos decir más concretamente que a partir de los 40. Este aumento de peso se agrava si no cuidamos nuestros habitos de vida en lo referente a la alimentación y el ejercicio físico.
Excepto aquellas mujeres que tienen un metabolismo excepcional, las comunes de las mortales siempre estamos en lucha con el peso, para mantenernos los más comodas posible con nuestro cuerpo y por lo tanto mucho más contentas con nosotras mismas.
Veamos, hay muchas dietas para perder peso pero por una razón o por otra nunca nos convencen o bien no conseguimos llegar hasta el final. Lo malo es que cuando nos ponemos a dieta es para perder más de 5 kilos y ahí está el problema, no tenemos paciencia (algunas si), y eso hace que no lleguemos a la meta que nos proponemos, ya que queremos perder los kilos de manera inmediata, cosa que no es posible pues si fuera asi todas estariamos delgada. Ocurre lo mismo con los productos que anuncian para adelgazar, no nos engañemos, muchas de nosotras pensamos que si compramos estos productos adelgazaremos, y nada más lejos de la realidad. Claro que adelgazarás, si haces dieta y ejercicio y si te ayudas de esos productos, pues también. Pero los productos por si mismos no adelgazan, si no, no estariamos gorditas o con kilos de más.
TERCER LIBRO
¡JUGUEMOS TODOS A CONOCERNOS!
(juegos de presentación para utilizar en Educación Física, 1º y 2º ciclo de Primaria)
MARIA TERESA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ
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