jueves, 24 de marzo de 2011

Programa apunta a que niños que adelgazan no vuelvan a engordar

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños que participan en un programa intensivo contra la obesidad pudieron adelgazar y mantener un peso saludable durante un año, a diferencia de otras iniciativas infantiles que no lograban sostener la motivación en el largo plazo.
Esto es importante por dos motivos, según el doctor Donald Williamson, experto en obesidad infantil de la Louisiana State University y que no participó de este nuevo estudio.
Primero, dijo, es importante que los niños aprendan a no volver a engordar cuando abandonan el programa; segundo, los niños estudiados eran de distintas etnias y de bajos ingresos.
El 20 por ciento de los niños y adolescentes de Estados Unidos es obeso, según los CDC; esa cifra se triplicó en los últimos 30 años.
A diferencia de los niños con peso normal, los que tienen sobrepeso son más propensos a volverse adultos obesos, lo que aumenta el riesgo de que desarrollen enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2, entre otros problemas de salud.
El equipo de Mary Savoye, de la Yale University en Connecticut, reunió a unos 200 niños y adolescentes de 8 a 16 años para participar en dos programas para adelgazar.
Un programa era intensivo, familiar y, durante seis meses, los niños hicieron ejercicio aeróbico dos veces por semana y asistieron a clases de nutrición y conductas saludables una vez por semana.
Durante otros seis meses, las sesiones disminuyeron a dos por mes y los padres recibieron entrenamiento en salud y nutrición. En el otro programa, los niños asistieron a una sesión de orientación cada seis meses a cargo de trabajadores sociales, médicos y dietistas.
Todos los participantes estaban en el 5 por ciento más alto del valor de índice de masa corporal (IMC) para su edad y sexo. La asignación del programa fue al azar.
El equipo les midió el peso, la altura, la presión, el colesterol e indicios de diabetes a los seis meses, a los 12 meses y al año después de finalizar el programa.
En los primeros seis meses del programa intensivo, los participantes habían adelgazado 2,25 kg, según publica el equipo en la revista Pediatrics.
A los 12 meses, habían engordado alrededor de 0,45 kg. Al siguiente año, pesaban 6 kg más que al inicio del estudio, pero su IMC seguía bajo porque estaban creciendo.
En cambio, el grupo tratado con asesoramiento durante dos años engordó 4,5 kg en los primeros seis meses, 8 kg al año y 11,7 kg a los dos años con aumento del IMC.
El grupo tratado con el programa intensivo mantuvo niveles de colesterol más saludables que el de control y tuvo menos signos de alarma de diabetes que al inicio del programa.
Una de las complicaciones del estudio fue que más de la mitad de los niños de ambos grupos no finalizó el estudio. Eso es habitual en estas intervenciones y es, de hecho, uno de los principales problemas de estos programas.
Pero, para los autores, el hallazgo de que los participantes que adhirieron al programa hayan mantenido la reducción del IMC es promisorio.


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