jueves, 24 de marzo de 2011

Las bebidas azucaradas podrían poner a los adolescentes en riesgo de enfermedad cardiaca

Un estudio halla que los que consumían la mayor cantidad tenían más señales de problemas cardiovasculares por resolver

Imagen de noticias HealthDay
 
LUNES, 10 de enero (HealthDay News/HolaDoctor) -- Investigadores de la Universidad de Emory informan que los adolescentes cuyas dietas incluyen muchas bebidas y comidas azucaradas muestran señales físicas de estar en mayor riesgo de problemas cardiacos en la edad adulta.
Los investigadores informaron que, entre los 2,157 adolescentes que participaron en la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición (National Health and Nutrition Examination Survey, NHANES), la cantidad promedio de azúcar añadido que consumieron en un día fue de 119 gramos (476 calorías), el 21.4 por ciento de todas las calorías que consumían a diario.
"Necesitamos ser conscientes del consumo de azúcar", según la autora principal e investigadora posdoctoral Jean Welsh.
"Este es un contribuyente importante de las calorías de nuestra dieta y estas asociaciones podrían ser muy negativas", dijo. "Las bebidas suaves y las gaseosas azucaradas son el contribuyente principal de azúcar añadido y una gran fuente de calorías sin otros nutrientes importantes".
Reconocer los efectos negativos del azúcar añadido podría ayudar a la gente, sobre todo a los adolescentes a reducir la cantidad de azúcar que consumen, agregó Welsh.
"Los padres y los adolescentes necesitan tener en cuenta la cantidad de azúcar añadido que consumen y reconocer que hay varias implicaciones negativas para la salud, aunque no inmediatas, pero sí en el tiempo", dijo.
El informe aparece en la edición en línea del 10 de enero de Circulation.
El equipo de Welsh halló que los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido presentaban niveles 9 por ciento más altos de colesterol LDL (el "malo") y niveles de triglicéridos (otro tipo de grasa en la sangre) 10 por ciento superiores, frente a los que consumían la menor cantidad de azúcar añadido. Los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido tenían niveles inferiores de colesterol HDL (el "bueno") que los que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido.
Además, los investigadores hallaron que los adolescentes que consumían la mayor cantidad de azúcar añadido mostraron señales de resistencia a la insulina, lo que puede conducir a diabetes y se relaciona con el riesgo de enfermedad cardiaca.
La American Heart Association recomienda un límite superior para la ingesta de azúcar añadido, según la cantidad de calorías que se necesite. "La mayoría de las mujeres estadounidenses [incluidas las adolescentes] deberían consumir hasta cien calorías provenientes de azúcares añadidos al día. La mayoría de los hombres, no más de 150 calorías", según la asociación.
Una advertencia a estos hallazgos es que, debido a la manera en que se realizó el estudio, no está claro si los azúcares añadidos causaron los distintos niveles de colesterol, solo que están relacionados. Además, los investigadores anotaron que la información solo es para un día y podría no reflejar la dieta usual de los adolescentes.
Al comentar sobre el estudio, el Dr. David L. Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de la facultad de medicina de la Universidad de Yale, aseguró que "este estudio no prueba que el azúcar de la dieta sea un factor de riesgo cardiaco en esta población, aunque lo sugiere fuertemente".
El artículo tiene tres mensajes importantes, dijo. Primero, el azúcar de la dieta en una población representativa de adolescentes es cerca del doble del nivel recomendado.
Segundo, entre mayor sea la ingesta de azúcar, mayores serán las señales de riesgo cardiaco, incluido un alto nivel de colesterol LDL (el "malo") y un bajo nivel de colesterol HDL (el "bueno"). Tercero, el perjuicio aparente del azúcar en exceso es mayor entre los adolescentes que tienen exceso de peso que entre los que no.
"El azúcar de ningún modo es la única amenaza para la salud de los adolescentes o adultos en la dieta", advirtió Katz. "Pero ahora tenemos evidencia de que ciertamente cuenta entre las amenazas importantes para ambos. Reducir la ingesta de azúcar entre los adolescentes para evitar que se conviertan en adultos con diabetes o enfermedad cardiaca, es una prioridad legítima de nutrición para la salud pública", dijo

Un gran desayuno podría no conducir a menos calorías diarias

Según los investigadores, una gran comida en la mañana no evita que la gente coma más en otro momento del día
 
Imagen de noticias HealthDay
 
LUNES, 17 de enero (HealthDay News/HolaDoctor) -- La sabiduría convencional señala que un gran desayuno podría mantenerlo lleno todo el día y ayudar a que no coma en exceso en las otras comidas. Un estudio alemán reciente echa por tierra esta creencia.
El Dr. Volker Schusdziarra, investigador del Centro Else-Kroner-Fresenius de Medicina Nutricional de Múnich, encuestó a 380 personas sobre sus dietas diarias. Entre los participantes había 280 personas obesas y 100 de peso normal. Todos llevaron un registro de lo que comieron durante un período de diez a catorce días.
Los investigadores hallaron que los hábitos a la hora del desayuno variaron. La gente a veces se saltaba el desayuno, otras veces comía uno grande y otras uno pequeño, según el estudio, publicado en línea el 17 de enero en la Nutrition Journal.
Sin embargo, los que comieron un desayuno "grande", de 400 calorías más en promedio que uno "pequeño" terminaron con una ganancia neta de 400 calorías durante el día.
"Los resultados del estudio mostraron que la gente consumió lo mismo al almuerzo y a la cena, independientemente de lo que habían desayunado", aseguró Schusdziarra en un comunicado de prensa de BioMed Central, editor de la revista.
El estudio anotó que algunas personas se saltaron un refrigerio de media mañana si el desayuno era grande, aunque eso no desplazó las calorías adicionales que consumieron antes.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: BioMed Central, news release, Jan. 17, 2011
HealthDay

Programa apunta a que niños que adelgazan no vuelvan a engordar

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños que participan en un programa intensivo contra la obesidad pudieron adelgazar y mantener un peso saludable durante un año, a diferencia de otras iniciativas infantiles que no lograban sostener la motivación en el largo plazo.
Esto es importante por dos motivos, según el doctor Donald Williamson, experto en obesidad infantil de la Louisiana State University y que no participó de este nuevo estudio.
Primero, dijo, es importante que los niños aprendan a no volver a engordar cuando abandonan el programa; segundo, los niños estudiados eran de distintas etnias y de bajos ingresos.
El 20 por ciento de los niños y adolescentes de Estados Unidos es obeso, según los CDC; esa cifra se triplicó en los últimos 30 años.
A diferencia de los niños con peso normal, los que tienen sobrepeso son más propensos a volverse adultos obesos, lo que aumenta el riesgo de que desarrollen enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2, entre otros problemas de salud.
El equipo de Mary Savoye, de la Yale University en Connecticut, reunió a unos 200 niños y adolescentes de 8 a 16 años para participar en dos programas para adelgazar.
Un programa era intensivo, familiar y, durante seis meses, los niños hicieron ejercicio aeróbico dos veces por semana y asistieron a clases de nutrición y conductas saludables una vez por semana.
Durante otros seis meses, las sesiones disminuyeron a dos por mes y los padres recibieron entrenamiento en salud y nutrición. En el otro programa, los niños asistieron a una sesión de orientación cada seis meses a cargo de trabajadores sociales, médicos y dietistas.
Todos los participantes estaban en el 5 por ciento más alto del valor de índice de masa corporal (IMC) para su edad y sexo. La asignación del programa fue al azar.
El equipo les midió el peso, la altura, la presión, el colesterol e indicios de diabetes a los seis meses, a los 12 meses y al año después de finalizar el programa.
En los primeros seis meses del programa intensivo, los participantes habían adelgazado 2,25 kg, según publica el equipo en la revista Pediatrics.
A los 12 meses, habían engordado alrededor de 0,45 kg. Al siguiente año, pesaban 6 kg más que al inicio del estudio, pero su IMC seguía bajo porque estaban creciendo.
En cambio, el grupo tratado con asesoramiento durante dos años engordó 4,5 kg en los primeros seis meses, 8 kg al año y 11,7 kg a los dos años con aumento del IMC.
El grupo tratado con el programa intensivo mantuvo niveles de colesterol más saludables que el de control y tuvo menos signos de alarma de diabetes que al inicio del programa.
Una de las complicaciones del estudio fue que más de la mitad de los niños de ambos grupos no finalizó el estudio. Eso es habitual en estas intervenciones y es, de hecho, uno de los principales problemas de estos programas.
Pero, para los autores, el hallazgo de que los participantes que adhirieron al programa hayan mantenido la reducción del IMC es promisorio.


Las tasas crecientes de obesidad en los niños se deben a malos hábitos y no a los genes, según un estudio

 

Investigadores señalan que se deben abordar los estilos de vida sedentarios y las malas elecciones alimenticias para invertir esta tendencia

JUEVES, 3 de febrero (HealthDay News/HolaDoctor) -- Los malos hábitos alimenticios y de actividad, y no la genética, son las causas subyacentes de la mayoría de los casos de obesidad en la adolescencia, sugiere una nueva investigación.
El hallazgos se deriva de un análisis en el que participaron más de 1,000 estudiantes de sexto grado de Michigan que participaron en el programa Proyecto escuelas saludables, que se lleva a cabo en 13 escuelas de educación intermedia de todo el estado.
"Para los niños que están muy gordos quizá se deba tomar en cuenta la prueba genética", señaló la autora principal del estudio, la Dra. Kim A. Eagle, cardióloga y directora del Centro Cardiovascular de la Universidad de Michigan, en un comunicado de prensa del centro.
"Para el resto, mejorar la actividad física, reducir el tiempo de ocio frente pantallas y mejorar el valor nutritivo de la comida escolar ofrece una gran promesa para iniciar un cambio en las actuales tendencias de obesidad infantil".
Los hallazgos del estudio aparecen en una edición reciente de American Heart Journal.
Los autores apuntaron que, en 1980, apenas el 6.5 por ciento de los niños estadounidenses de 6 a 11 años eran obesos, pero que ese porcentaje aumentó a cerca de 20 por ciento para 2008.
El estudio reciente encontró que el 15 por ciento de los participantes eran obesos. Y casi todos tenían malos hábitos alimenticios.
Cerca de un tercio de todos los estudiantes apuntaron que habían tomado un refresco el día antes, mientras que menos de la mitad dijo que recordaba haber consumido dos raciones de frutas y verduras en el mismo espacio de tiempo.
Y aunque el 34 por ciento de los niños no obesos almorzaban en la cafetería de la escuela, esa cifra aumentó a 45 por ciento entre los estudiantes obesos.
Sólo un tercio de todos los niños informó que hizo una media hora de ejercicio durante cinco días en la semana previa. Los niños obesos eran mucho menos propensos que los que no lo eran a participar en un ejercicio regular o en las clases de educación física, y menos propensos a pertenecer a equipos deportivos.
Entre los niños obesos, el 58 por ciento informó que había visto dos horas de televisión el día antes. En comparación con el 41 por ciento de los niños no obesos.
El hallazgo contradice el trasfondo de la nueva ley del gobierno federal, "Healthy, Hunger-Free Kids Act of 2010" (Ley para Niños Saludables y Libres de Hambre de 2010), diseñada para fomentar la creación de menús escolares más saludables para los 31 millones de niños de todo el país que comen actualmente a través de programas basados en la escuela.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispa

Científicos proponen una nueva escala para medir la obesidad

CHICAGO (Reuters) - Un grupo de científicos desarrolló una nueva forma de medir si una persona tiene sobrepeso sin pesarla en una balanza.
La nueva medida, llamada Indice de Adiposidad Corporal (IAC), se basa en la altura y el tamaño de la cadera, y busca ofrecer una alternativa más flexible al índice de masa corporal, o IMC, una proporción entre la altura y el peso, dijeron el jueves investigadores estadounidenses.
El IMC es usado para medir la grasa corporal desde hace 200 años, pero no es una medición perfecta, escribió el equipo de Richard Bergerman, de la Universidad de California del Sur, Los Angeles, en la revista Obesity.
Si bien hay otras formas más complejas de calcular la grasa corporal más allá de la simple subida a la balanza, el IMC es ampliamente utilizado tanto por investigadores como médicos.
Se calcula dividiendo el peso en kilos por la altura en metros cuadrados. Se considera que una persona que mide 1,65 metros tiene sobrepeso si pesa 68 kilos y es obesa si pesa 82 kilos.
Pero hay bastantes matices en el medio. Por ejemplo, los hombres y mujeres con el mismo IMC pueden tener niveles muy diferentes de grasa extra. Los números del IMC no pueden ser generalizados entre diferentes grupos étnicos ni usados en atletas, que tienen una contextura más delgada.
El equipo elaboró el índice usando datos de un estudio sobre población mexicano-estadounidense. Y confirmó la precisión de la escala usando un avanzado dispositivo llamado escáner de absorción de rayos X de energía dual, o DEXA.
Los test en base a un estudio de afroamericanos mostraron resultados similares, lo que sugiere que el IAC puede ser usado en diferentes grupos étnicos.
El IAC es una compleja proporción entre la circunferencia de la cadera y la altura que puede ser calculada por médicos o enfermeras con una computadora o una calculadora.
El equipo dice que el índice necesita algunos ajustes y que necesita probarlo entre una población blanca y otros grupos étnicos. Pero cree que podría ser una promisoria herramienta, sobre todo en entornos remotos con limitado acceso a balanzas confiables.
"Después de nuevas validaciones, este índice puede ser propuesto como una útil medida del porcentaje de grasa, que es muy fácil de obtener", escribieron los investigadores.
"Sin embargo, aún hay que analizar si el IAC puede pronosticar mejor los efectos para la salud, tanto en hombres como en mujeres, que otros índices de adiposidad corporal, incluyendo el IMC", agregaron.
La obesidad se ha convertido en una epidemia global, con más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos en todo el mundo, considerados obesos. La cifra duplica a las estadísticas de 1980.
Las enfermedades relacionadas con la obesidad representan casi el 10 por ciento de los gastos médicos en Estados Unidos, o alrededor de 147.000 millones de dólares por año.
Reuters Health

CONTROL DE LA RACION

El tamano de las raciones esta aumentando por todos lados, en el supermercado, en los restaurantes, en el cine y hasta en casa. Los estudios senalan que cuando a las personas se les presentan raciones mas grandes, inadvertidamente consumen mas calorias, lo que puede conducir al aumento de peso. Hay maneras de controlar las raciones. Lea mas acerca de las muchas maneras en que el control de las raciones puede ayudar a tener un estilo de vida mas saludable.


Tamano de la porcion

Muchos restaurantes sirven mas comida de la que una persona necesita comer en una sentada. Tome el control de la cantidad de comida en su plato compartiendo un plato principal con un amigo. Tambien le puede pedir al mesero una caja "para llevar", y empacar la mitad de la comida en cuanto esta llegue a la mesa. Si pide un plato principal, llevese lo que sobre a casa, refrigerelo y disfrutelo como otra comida o refrigerio para el dia siguiente.

Comase la comida rapida en un plato:

Cuando pida comida rapida, imaginesela en un plato. Mejor aun, llevesela a casa y pongala en un plato. Quiza se sorprenda de cuan lleno se ve el plato, asi que pruebe comer menores cantidades la proxima vez.

Pida raciones mas pequenas de comida rapida y comida para llevar


  • Pruebe otras formas de comidas rapidas, como hamburguesas mas pequenas, emparedados de pollo a la parrilla o ensaladas con aderezo bajo en calorias, tazas o bolsas de fruta fresca, leche baja en grasa, jugo al 100% y agua embotellada.

  • Busque opciones bajas en sodio. Si sale a comer emparedados, pida cortes mas delgados y menos cantidad de rosbif, pavo o jamon, y mas lechuga y tomate. Pida pan integral, de avena o multigrano.

  • Si sale a comer, pida una entrada ligera en lugar de un plato principal.

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    Dieta para diabéticos

    Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/diabeticdiet.html
    Otros nombres: Dieta y diabetes, Nutrición para personas con diabetes 
     
     
    Si tiene diabetes, su cuerpo no puede producir o utilizar la insulina adecuadamente. Esto conduce a una elevación del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre. La alimentación sana ayuda a reducir el azúcar de la sangre. Es una parte fundamental del manejo de la diabetes, ya que controlando la glucemia (azúcar en la sangre) se pueden prevenir las complicaciones de la diabetes.
    Escoger sabiamente los alimentos es la base del tratamiento de la diabetes. Los especialistas en diabetes sugieren planes de comidas que sean flexibles y que tomen en cuenta su estilo de vida y otras necesidades de salud. Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas.
    La alimentación saludable para un diabético incluye:
    • Limitar los dulces
    • Comer frecuentemente
    • Cuidarse cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos se consumen
    • Consumir grandes cantidades de alimentos de grano entero, frutas y vegetales
    • Comer menos grasas
    • Limitar el consumo del alcohol
     

    Relacionan la mala dieta con señales preliminares de riesgo cardiaco en niños obesos

    Un estudio halla que la falta de alimentación saludable en la juventud parece ser la causa de inflamación y resistencia a la insulina
     
    MARTES, 22 de marzo (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio reciente sugiere que la obesidad con frecuencia prepara a los adolescentes para una amplia variedad de afecciones que incrementan el riesgo de enfermedad cardiaca, como inflamación, resistencia a la insulina y señales de problemas en el sistema metabólico.
    "Las anomalías metabólicas sugieren que el proceso de desarrollar enfermedad cardiaca ya ha comenzado en estos niños, lo que hace crítico que introduzcan cambios en la dieta y el estilo de vida", aseguró en un comunicado de prensa emitido por la American Heart Association el Dr. Ashutosh Lal, autor principal del estudio y hematólogo pediatra del Hospital Infantil y Centro de Investigación Oakland de California.
    Los hallazgos debían presentarse el martes en las sesiones científicas de la American Heart Association en Atlanta.
    Los investigadores compararon las dietas de 33 jóvenes obesos de entre once y 19 años con las de otros 19 del mismo grupo de edad que tenían peso normal. La categoría de peso de los participantes se determinó utilizando el índice de masa corporal, una proporción entre el peso y la estatura de una persona.
    Los investigadores examinaron también los resultados de pruebas de sangre de cada uno de los participantes, que recibían atención médica en una clínica del centro de Oakland. Las dos terceras partes de los participantes de cada grupo eran de sexo femenino y los grupos eran racialmente diversos.
    Los investigadores encontraron que los adolescentes obesos mostraron señales de inflamación, resistencia a la insulina (precursora de la diabetes) y tensión oxidativa (que puede conducir a daño en los vasos sanguíneos).
    "Al examinar las cifras, usted puede pensar que estos niños podrían sentirse enfermos, pero no era así", comentó Lal. "Aparentemente se sentían bien, pero es mucho lo que hay debajo de esta superficie".
    Los problemas podrían relacionarse con dietas malas bajas en frutas y verduras, fibras y lácteos. Los investigadores hallaron que los adolescentes de ambos grupos no recibían nutrición adecuada porque no consumían suficientes de estos tipos de alimentos, aunque los adolescentes obesos en particular consumían menos lácteos y menos porciones de fruta.
    Los autores del estudio indicaron que se halló que el potasio y las vitaminas A, C y D, que se encuentran en productos lácteos fortificados, así como en frutas y verduras de colores intensos, estaban ausentes en las dietas de los niños obesos.
    "Los adolescentes obesos consumían muy pocas fuentes naturales de antioxidantes, frutas y verduras, y podrían tener mayor necesidad de antioxidantes por la inflamación relacionada con el exceso [de peso]", agregó Lal. "Por su salud cardiaca, los adolescentes obesos deberían comer mejor, no solo menos".
    Los expertos señalan que las investigaciones que se presentan en reuniones no están sometidas al mismo tipo de escrutinio riguroso que las que se publican en revistas médicas revisadas por pares.

    Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
    FUENTE: American Heart Association, news release, March 22, 2011

    Cinco hábitos para combatir la obesidad infantil

    Cinco hábitos para combatir la obesidad infantil

    (Five Things You Can Do To Fight Childhood Obesity)
    Los padres deben dar el ejemplo y ser persistentes
    16 DE OCTUBRE — La obesidad infantil representa uno de los problemas de salud más grandes del país particularmente para los hispanos.
    Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades el 20 por ciento de niños hispanos entre los 12 y 19 años padece de obesidad. En contraste el 18 por ciento de todos los niños entre los 12 y 19 años padece de obesidad.
    Una niña comiendo "Podríamos decir que es el principal problema de nuestra comunidad", dijo El Dr. Felipe Lobelo, un especialista en nutrición de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia del Gobierno federal que promueve la buena salud.
    "Somos lamentablemente el grupo en Estados Unidos con las tasas más altas de obesidad en adultos y niños y tenemos que hacer algo respecto", dijo. (Descarga la entrevista completa en formato .mp3 (5MB) o lee la transcripción de la entrevista).
    Ese algo podría resumirse en los siguientes cinco hábitos que el Dr. Lobelo recomienda a padres de familia o tutores que buscan combatir la obesidad infantil en casa:

    1) Introducir más frutas y verduras

    El Dr. Lobelo dice que el consumo de frutas y verduras es fundamental para combatir la obesidad infantil. Señala que los padres pueden incorporar frutas a la dieta de los niños reemplazando los dulces y las grasas a la hora de comer un bocadillo. Para aumentar el consumo de verduras sugiere que los padres preparen y condimenten las verduras que más les gustan a sus niños y que los ayuden a reducir el consumo de grasas y comidas altas en calorías. "Lo importante es aumentar las probabilidades de que los niños consuman frutas y verduras y bocadillos saludables, porque sabemos que no tienen muchas oportunidades de hacerlo durante el día."

    2) Pasar menos tiempo enfrente de una pantalla

    La obesidad difícilmente se combate con éxito sin cambiar hábitos sedentarios como ver demasiada televisión, jugar videojuegos o pasar horas frente a la computadora. "Todos esos son momentos sedentarios que contribuyen al desarrollo de la obesidad", dijo el Dr. Lobelo. Lo ideal, dice, es limitar a dos horas al día el tiempo que los niños pasan frente a una pantalla. De esa forma los niños tendrán más tiempo disponible para seguir el próximo consejo: poner sus cuerpos en movimiento.

    3) Aumentar la actividad física

    El Dr. Lobelo dice que si el ejercicio pudiera comprimirse en una pastilla sería una droga milagrosa que reduciría el riesgo de diabetes, enfermedades del corazón y ciertos tipos de cáncer. Por lo tanto, recomienda que los niños hagan por lo menos una hora diaria de actividad física. "No se trata de que se entrenen para un deporte en específico o que el ejercicio sea riguroso todos los días. Se trata de que los niños jueguen en los espacios abiertos, que pasen menos tiempo encerrados en casa, que salgan a caminar y que tengan un estilo de vida que no sea sedentario", señaló.

    4) Eliminar el consumo de bebidas azucaradas

    En los últimos años se ha dado una explosión en el consumo de bebidas azucaradas como sodas, jugos y bebidas energéticas e incluso muchas veces las familias desconocen cuánta azúcar contienen estas bebidas. "Las sodas tienen muchas calorías que no tienen ningún componente nutricional y que no contribuyen a una dieta saludable", dijo el Dr. Lobelo. "Por eso la recomendación es que se eviten al máximo", señaló. Lo ideal es que los padres fomenten el consumo de agua en el hogar para así inculcar a los niños hábitos saludables.

    5) Dar el ejemplo a los hijos

    Los buenos hábitos de salud son posibles si los padres les dan suficiente importancia en el hogar, dijo el Dr. Lobelo. "No se trata de que el padre le diga al hijo que tenga hábitos saludables pero él mismo no los tiene", dijo. Los CDC ofrecen consejos a padres de familia para equilibrar el ejercicio con la buena alimentación. "Toda la familia tiene que tener hábitos saludables, salir a caminar juntos, tratar de reducir el número de horas de televisión y tratar de evitar el consumo de bebidas azucaradas", señaló.
    Para aprender más sobre temas relacionados a la nutrición visita GobiernoUSA.gov, el portal oficial del Gobierno de los Estados Unidos en español y parte de la Administración de Servicios Generales (GSA) de EE. UU. Este artículo es una colaboración de GobiernoUSA.gov y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.





























    Estrategias clave para que las escuelas prevengan la obesidad

    El impacto de la obesidad infantil

    Una maestra con sus alumnos La obesidad es un problema de salud grave en EE. UU. que afecta a adultos y niños de todas las razas, etnias y niveles de ingresos. La obesidad infantil está relacionada con numerosos problemas físicos y de salud mental.
    Entre los niños de 6 y 11 años, la prevalencia de la obesidad pasó a ser más que el doble en las últimas tres décadas, incrementándose de un 6.5% en 1980 a un 17.0% en 2006. La tasa entre adolescentes de 12 a 19 años pasó a ser más que el triple durante el mismo período, incrementándose de un 5.0% a un 17.6%. La obesidad infantil tiene efectos en la salud inmediatos y a largo plazo:
    • Las personas jóvenes obesas tienen mayor riesgo de padecer problemas óseos y de las articulaciones y apnea del sueño.
    • Los niños y adolescentes obesos pueden tener problemas sociales y psicológicos, tales como estigmatización y baja autoestima.
    • Los niños y jóvenes obesos tienen más probabilidad que los de peso normal de tener sobrepeso o ser obesos cuando son adultos.
    • Seis de diez jóvenes tienen al menos un factor de riesgo adicional de padecer enfermedades cardíacas, tales como colesterol alto o hipertensión.
    Estudiantes en un aulaEs fundamental tener buenos hábitos alimenticios y realizar actividad física para mantener un peso saludable. Lamentablemente, menos del 25% de los adolescentes comen suficientes frutas y vegetales y sólo un tercio de los adolescentes realizan los 60 minutos recomendados de actividad física diaria.

    El rol de las escuelas para prevenir la obesidad infantil

    Revertir la epidemia de obesidad requiere de un esfuerzo a largo plazo y bien coordinado para que llegue a las personas jóvenes a los lugares donde viven, aprenden y juegan. Las escuelas son socios clave en este esfuerzo:
    • Más del 95% de los jóvenes de EE. UU. asisten a una escuela.
    • Los estudiantes tienen la oportunidad de comer una porción más grande que la que se necesita a diario y estar físicamente activos cuando asisten a la escuela.
    • Las escuelas son el lugar ideal para enseñarles a los jóvenes cómo adoptar y mantener un estilo de vida saludable y activo.
    • Investigaciones muestran que los programas escolares bien organizados y bien implementados pueden promover de manera efectiva la actividad física y la alimentación saludable.
    • Investigaciones recientes muestran la conexión que existe entre la actividad física, la buena alimentación, la educación física y los programas de nutrición y el rendimiento académico.
    Una niña con una manzanaSi trabajan con otras organizaciones públicas, de voluntariado y del sector privado, las escuelas pueden ayudar a cambiar el ambiente social y físico de un niño y brindar información, herramientas y estrategias prácticas para ayudar a los estudiantes a adoptar estilos de vida saludables.
    Para ayudar a las escuelas en estos esfuerzos, los CDC revisan evidencia científica para determinar qué normas y prácticas escolares son más propensas a mejorar los comportamientos de salud claves entre los jóvenes, incluyendo la actividad física y la alimentación saludable. En base a estas revisiones, los CDC identificaron 10 estrategias para ayudar a las escuelas a prevenir la obesidad a través de la promoción de la actividad física y la alimentación saludable. Los CDC y sus socios desarrollaron además herramientas fáciles de usar para ayudar a las escuelas a implementar cada una de estas estrategias de manera efectiva.

    10 estrategias clave

    Construya una base fuerte
    • Fomente la actividad física y la alimentación a través de programas escolares de salud coordinados.
    • Designe un coordinador escolar de salud y mantenga activo un consejo de salud escolar.
    • Evalúe las normas y programas de salud escolar y desarrolle un plan de mejoras.
    • Fortalezca las normas escolares de alimentación y actividad física.
    Prepárese
    • Implemente un programa de promoción de la salud de alta calidad para el personal escolar.
    • Implemente un curso de alta calidad sobre educación para la salud.
    • Implemente un curso de alta calidad sobre educación física.
    • Incremente las posibilidad de que los estudiantes hagan actividad física.
    • Implemente programas de calidad alimenticia escolar.
    • Asegúrese de que los estudiantes tengan elecciones saludables de comidas y bebidas fuera del programa alimenticio escolar.

     

    La fibra podría reducir el riesgo de problemas cardiacos de por vida

    Un estudio encuentra que las probabilidades de enfermedad eran más bajas entre los que consumían la mayor cantidad de fibra

    Imagen de noticias HealthDay

     -- Una nueva investigación sugiere que los adultos de mediana edad y más jóvenes que comen altas cantidades de fibra tienen menos probabilidades de sufrir de enfermedad cardiaca durante sus vidas.
    Los hallazgos añaden a la investigación existente que relaciona las dietas ricas en fibras con índices más bajos de hipertensión, obesidad y colesterol alto.
    Investigadores de la Universidad de Northwestern llegaron a la conclusión tras estudiar los resultados de una encuesta de 2003 a 2008 en que participaron 11,079 personas, todas a partir de los veinte años de edad, y con una edad promedio de 46 años. Alrededor de la mitad eran mujeres, 22 por ciento eran negros, y 27 por ciento eran estadounidenses de origen mexicano.
    Los investigadores dividieron a los participantes del estudio en cuatro grupos según la cantidad de fibra que comían al día, y luego predijeron su riesgo de por vida de enfermedad cardiaca según factores como la presión arterial y si fumaban o no.
    En las personas de 20 a 39 años además de las de 40 a 59, las que consumían la mayor cantidad de fibra tenían un riesgo significativamente más bajo de enfermedad cardiovascular que las que consumían la menor cantidad de fibra, encontró el estudio.
    Los hallazgos debían ser presentados el martes en Atlanta en una sesión científica de la American Heart Association sobre nutrición, actividad física, metabolismo, y epidemiología y prevención de la enfermedad cardiovascular. Las investigaciones presentadas en reuniones deben ser consideradas preliminares hasta que hayan sido sometidas al riguroso escrutinio requerido para la publicación en revistas médicas revisadas por pares.

    miércoles, 23 de marzo de 2011

    TISANA PU-ERH ( 2 kilos menos en una semana)

     El te  es uno de los mejores aliados a la hora de iniciar un regimen de adelgazamiento.
    Para los chinos, la buena salud deriva del equilibrio entre la sustancia (Yin) y la energía (yang), de ahí que sólo un método adelgazante que tenga en cuenta estos dos aspectos pueda tener éxito. Así arranca la dieta Qi, basada en el consumo de cinco tazas diarias de Pu-Erh, junto a cereales como trigo, mijo, arroz o cebada.

    EL SECRETO DE SU ACCIÓN ANTIKILOS

    Las pruebas confirman que tres tazas diarias de la tisana Pu-Erh disminuyen en un mes el nivel de grasa en sangre hasta un 15 por ciento, y los triglicéridos y el ácido úrico hasta un 66 por ciento.

    miércoles, 16 de marzo de 2011

    MASTICAR CHICLE ADELGAZA

    Según una investigación realizada en la Clinica Mayo en Rochester (EEUU), mascar chicle puede incrementar el metabolismo, es decir, el número de calorías quemadas, hasta un 20 `por ciento. El estudio, publicado en  The New England Journal of  Medicine, ha verificado que masticar un chicle sin azúcar durante una hora supone quemar unas 11 calorías más que las quemadas cuando el organismo se encuentra en reposo.

    martes, 8 de marzo de 2011

    EJERCICIO FÍSICO



    NO es saludable hacer dieta sin ejercicio. De que se puede perder peso sin hacer ejercicio es cierto, hay dietas muy estrictas que te pueden hacer perder varios kilos en poco tiempo. Pero un régimen de adelgazamiento nunca será igual de efectivo si no es acompañado por uno de ejercicio.
    Si haces una dieta sin ejercicio se producirá un proceso degenerativo del cuerpo, ya que al perder gran volumen de masa corporal sin control, tendrás un cuerpo más delgado pero sin el tono muscular adecuado. Y adelgazar no significa solo pesar menos, sino estar sano.

    Al bajar de peso, tienes que darle tiempo a tu cuerpo para que se adapte a este cambio físico. Si no se adapta, la piel queda floja y descolgada, lo cual se puede evitar si haces ejercicio que pongas los músculos fuertes y tonificados para que la piel se mantenga en su sitio.
    Pero aún más importante que su beneficio estético, el ejercicio contribuye también a la aceleración de la pérdida de peso, pues al acelerar el metabolismo se logra que el organismo queme más calorías a incluso en estado de reposo.
    Hacer una dieta con ejercicio es la solución para evitar el indeseado efecto yo-yo o efecto rebote de las dietas restrictivas. Y es que adelgazar NO significa pasar hambre, sino adaptar tus hábitos a un estilo de vida saludable.

    DIETA ANTIAZUCAR

    El azucar refinado y los cereales despojados de sus cáscaras provocan una rápida secreción de grandes cantidades de insulina. Sin embargo, los carbohidratos no refinados, como los de las frutas, vegetales verdes y granos integrales, requieren un grado de alteración digestiva para ser absorvidos. Esto causa una reducción en la cantidad de la secreción de insulina.
    Por su parte, la ingesta de proteínas estimula la secreción de glucagón (sustancia segregada por el páncreas), que estimula la destrucción de la grasa almacenada, provocando una perdida de peso. Basándose en esto, la dieta se compone de carbohidratos hipoglucémicos (vegetales ricos en fibras, cereales integrales y frutas), carnes magras y grasas en cantidad moderada.
    La insulina hace que nuestro cuerpo almacene el exceso de azúcar en forma de grasa, inhibe la movilización y destrucción de la grasa previamente almacenada y eleva el colesterol, aunque es esencial para formar el glúcogeno y estimular el almacenamiento de proteínas en los músculos y de grasa en las células grasas. Como los hidratoss de carbono se descomponen en glucosa, lo que eleva el nivel de azúcar en sangre, el páncreas segrega insulina para contrarrestrar este efecto. Por tanto, una dieta rica en carbohidratos aumenta la glucosa, lo que estimula la liberación de insulina, con los efectos sobre la grasa que ya hemos visto. Además, los carbohidratos anulan la secreción de glucagón, hormona que ayuda a eliminar la grasa almacenada, por su alto contenido en glucosa. Sin embargo, con una dieta rica en proteínas, la glucosa apenas se eleva, lo mismo que la insulina. Lo que sí aumenta es el glucagón. En definitiva, regular la secreción de insulina es la clave de la dieta antiazúcar, para lo cual es preciso controlar la ingesta de azúcar, tanto el refinado como el de los hidratos de carbono.

    ASI ES LA DIETA

    Hay que eliminar, patatas, maíz, arroz blanco, cereales procesados, pan hecho con harinas refinadas, remolacha, zanahoria y por supuesto, azucar refinado, jarabe de maíz, miel, bebidas azucaradas y cerveza.

    Reemplazaremos los hidratos de carbono que más estimulan la producción de insulina, incluidos los almidones, por otros alimentos integrales

    Es necesario disminuir la proporción de grasas saturadas.

    Es preciso que la dieta sea equilibarada, como las proteinas necesarias para nuestro organismo se encuentran tanto en alimentos de origen animal como vegetal, y ninguna de esas dos fuentes suministra todos los aminoácidos que se requieren, será necesario incluir alimentos de ambas clases.

    Hay que tener cuidado con las salsas, como la de ketchup y muchas de las que se usan para el asado, porque están condimentadas con uno o más azúcares. Casi todos los aliños comerciales para ensaladas contienen una o más formas de azúcar.

    En cuanto a la preparación de los alimentos, lo mejor es cocinarlos a la brasa, al hornos, a la parrilla, cocidos o en microondas.


    LO QUE SE DEBE EVITAR Y COMO SUSTITUIRLO

    EVITAR
    SUSTITUIR
    Patatas rojas
    Tomates a la parrilla con queso, boniatos, lentejas, setas y guisantes.
    Arroz blanco
    Arroz integral o moreno
    Maíz (incluyendo palomitas)
    Espárragos y calabacines
    Zanahorias
    Brécol y apio
    Remolacha
    Palmitos y alcachofas
    Pan blanco
    Panes integrales (de trigo molido artesanal), sin azucares agregados y pasta de harina integral.
    Todos los azúcares refinados
    Edulcorantes artificiales, fructosa.
    Otros productos refinados (galletas, pasteles)
    Helado de crema sin azúcar, yogur sin azúcar, y, de vez en cuando cerveza sin azúcar.

                                              

    TEN EN CUENTA
    • Se debe comer para quitar el hambre, nunca para hartarse.
    • Hay que hacer tres comidas equilibradas al día-
    • No es necesario contar las calorias ni los gramos.
    • No es aconsejable ingerir una comida abundante antes de acostarnos.
    • La fruta hay que tomarla 30´antes o 2 horas después de una comida, o sola , como tentempié.
    • Hay que beber fuera de las comidas de 6 a 8 vasos al día, (mejor de agua).
    • Un tinto de vez en cuando, es el único alcohol permitido.
    TODO LO QUE SE PUEDE COMER

    CARNES: carne vacuna magra, pato, cerdo, pavo, codorniz, perdiz, conejo, cordero, pollo, faisan, ternera.
    FRUTAS: las que se ingieren por separado son digeridas y absorvidas a un ritmo menor que cuando son consumidas junto con otros hidratos de carbono y grasas. Se pueden comer aguacates, mangos, albaricoques, manzanas, cerezas, melocotones, ciruelas, melón, dátiles, moras, kiwis, naranjas, limas, peras, limones, pomelos, mandarinas, uvas.
    GRANOS Y CEREALES: pueden afectar a la velocidad de la digestión y la absorción de hidratos de carbono, teniendo como consecuencia una estimulación mucho menor de la producción de insulina. Son ricos en vitaminas y minerales, sustancias fitoquimicas y antioxidantes.
    Arroz integral, avena, granos naturales, panes de cereal integral, pasta de cereal integral, producto de grano entero (sin dextrosa, maltosa, miel, melaza, azúcar moreno ni jarabe de maíz), salvado de avena y salvado de trigo.
     LACTEOS: cremas, mantequilla, queso, leche, yogur.
    HUEVOS
    PESCADOS Y MARISCOS
    VEGETALES: alcachofas, espinacas, algas, guisantes, apio, hoja de nabo, berenjenas, judías, brécol, lechuga, calabaza, calabacines, pepino, cebolla, pepinillos en vinagre, col, pimientos dulces, coles de bruselas, rábanos, coliflor, setas, espárragos, tomates.
    OTROS ALIMENTOS:aceite de oliva, aceite de canola, ajo, café, chocolate amargo, especias, frutos secos, gaseosa con edulcorantes artificiales, gelatina de fruta sin azúcar, salsa tabasco, te, zumos de fruta sin azúcar.

    DIETAS Y ACTIVIDAD FISICA

    Por todas es sabido que nuestro eterno problema es el mantenimiento de un peso correcto evitando engordar y en todo caso de sobrarnos unos kilos nos enfrentamos a la guerra de quitarnos esos kilos.
    Tambien sabemos todas que el peso salvo que se padezca alguna enfermedad que ocasione el estar obesa o el tener algunos kilos de más es consecuencia de ingerir más calorias de las que gastamos, No debemos engañarnos, engordamos porque comemos mucho y mal, aunque esto se agrava con el paso del tiempo. Podemos decir más concretamente que a partir de los 40. Este aumento de peso se agrava si no cuidamos nuestros habitos de vida en lo referente a la alimentación y el ejercicio físico.
    Excepto aquellas mujeres que tienen un metabolismo excepcional, las comunes de las mortales siempre estamos en lucha con el peso, para mantenernos los más comodas posible con nuestro cuerpo y por lo tanto mucho más contentas con nosotras mismas.
    Veamos, hay muchas dietas para perder peso pero por una razón o por otra nunca nos convencen o bien no conseguimos llegar hasta el final. Lo malo es que cuando nos ponemos a dieta es para perder más de 5 kilos y ahí está el problema, no tenemos paciencia (algunas si), y eso hace que no lleguemos a la meta que nos proponemos, ya que queremos perder los kilos de manera inmediata, cosa que no es posible pues si fuera asi todas estariamos delgada. Ocurre lo mismo con los productos que anuncian para adelgazar, no nos engañemos, muchas de nosotras pensamos que si compramos estos productos adelgazaremos, y nada más lejos de la realidad. Claro que adelgazarás, si haces dieta y ejercicio y si te ayudas de esos productos, pues también. Pero los productos por si mismos no adelgazan, si no, no estariamos gorditas o con kilos de más.

    TERCER LIBRO

             ¡JUGUEMOS TODOS A CONOCERNOS!
    (juegos de presentación para utilizar en Educación Física, 1º y 2º ciclo de Primaria)



                          MARIA TERESA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ